Guardian

capitulo 3

Capitulo 3

El día de ir a Hogwarts por fin llego, Hermione se fue a la estación temprano luego de haberse despedido de sus "padres" antes de partir. Había decidido irse temprano para poder agarrar un vagón solo para ella y no tener que aguantar molestias. En todo el viaje se la paso sola, o bueno casi sola ya que cuando vino un niño algo gordito llamado Neville Longbottom preguntando por su sapo, Hermione lo ayudo a "encontrarlo" pero en realidad lo había invocado cuando se separaron. Después de ayudarlo lo invito a su compartimento y hablaron en todo el camino, solo siendo interrumpidos cuando la señora del carrito vino a ofrecerles dulces, Hermione al haber creció con una madre que a pesar de ser sangre pura trabajaba como dentista en el mundo muggle mas por entretenimiento que otra cosa, le impedía comer dulces o cualquier tipo de azúcar "innecesaria" por lo que aprovechando a que no se encontraba ahí y que amaba los dulces, Hermione prácticamente compro todos los dulces del carrito dejando tanto a la señora de los dulces como a Neville con la boca abierta. Pero no evito que la señora se fuera muy feliz por haber hecho una gran venta más la gran propina que le dio la niña.

Hermione compartió algo de sus dulces a Neville quien feliz acepto y le agradeció, los demás los hecho a su mochila que había traído con su baúl, y demás cosas incluyendo su patineta.

Al llegar a su destino, los dos bajaron juntos luego de que se hubieran puesto su uniforme, un hombre gigante llamado Hagrid había llamado a todos los primeros años y les dijo que se subieran cuatro en cada balsa, por lo que Hermione y Neville se subieron junto con un niño de cabello revuelto color negro y ojos verdes, y otro niño de cabello pelirrojo y ojos azules. Hermione de inmediato supo quién era el pelinegro ya que Hécate le había enseño una imagen del niño para saber quién era, y además también sabía quién era el niño pecoso debido a que su madre la obligo aprenderse todos las casas de "sangre pura" y su historia de algunos países principalmente del reino unido.

Por lo que sabia que el era un Weasley y si no mal recordaba el menor de los niños ya que por lo que sabía también tenían una hermana, la única mujer entre tantos hermanos varones.

-"si que sus padres no perdían el tiempo".- Pensó Hermione divertida.-Hola, soy Hermione y el es Neville ¿y ustedes?.-

-Hola, soy Harry y el es Ron.-dijo el pelinegro algo tímido, mientras que el pelirrojo solo dijo "hola" o al menos eso creyó Hermione ya que se encontraba ocupado comiendo quien sabe que y no se le entendió lo que dijo.

Hermione al verlo no pudo evitar hacer una pequeña mueca de asco al ver sus "modales" para comer y hablar.

"estos van hacer unos largos años si tengo que soportar ver eso todos los días cuando comamos".-

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Luego de su viaje por el lago por fin llegaron a la entrada del castillo donde fueron recibidos por la profesora Mcgonagall quien le explico las reglas de la escuela más los que significaba cada casa. Poco después la profesora se fue dejándolos afuera del gran comedor por un momento, por lo que fue aprovechado por un niño rubio platinado que se acercó a ellos junto a dos pequeños gorilas que parecían sus guardaespaldas. El niño rubio no tardó en ser bajado de su nube por Harry quien rechazo su amistad por el Weasley y la influencia de este, haciendo que el rubio se fuera furioso de ahí. Hermione solo se quedó observando todo en silencio, ella creía que Harry era un gran idiota al rechazar al pomposo rubio así no más, sabía que sí, el rubio era un pomposo mimado ya que sabía toda la historia de los Malfoy, pero si Harry lo hubiera pensado por un segundo se hubiera dado cuenta que si hubiera aceptado la mano del rubio no solo hubiera podido tener un amigo de verdad si le dabas la oportunidad, sino que además hubiera podido tener un gran aliado e influencias en el ministerio, pero por desgracia se dejó llenar la cabeza de tonterías por mocosos como Ronald Weasley y otros Grynffindor's que se creían que la luz de sol salían de sus traseros y todos eran Héroes y caballerosos solo por estar en esa casa.