Allison Ashford
Desde pequeña sabía lo que quería.
No fue sorpresa para nadie cuando por primera vez a los cuatro años, le dije a mi familia que cuando fuera mayor quería ser cantante.
Todos se asustaron demasiado, estaban tan decepcionados de mi porque no sería una cirujana como todos en la familia. Mamá no se lo quiso tomar tan en serio porque solo tenía cuatro años, pero papá sabía muy bien que esa idea jamás se iría de mi cabeza.
Veintidós años después y soy una muy reconocida cantante.
De pequeña a mi me gustaba cantar y muchas personas me decían que lo hacía muy bien, así que decidí que eso sería lo que haría.
Mi primera competencia la gane a los siete años en una feria que la escuela hacía para recaudar dinero. La sensación de ganar era muy buena, pero la sensación de tener todas esas miradas sobre mi, prestandome atención y disfrutando de lo que yo hacía, era mucho mejor.
Desde ese día en el que recibí mi primer premio, lo supe. Sabía que no habría otra cosa que amaría más que cantar.
―Estoy tan harta de esto Mason.― me arrojé a mi cama y me envolví en mi manta de patitos que tengo desde los dos años.
―No es tan malo, quizá hasta te vaya a gustar.― mi mejor amigo toma asiento a mi lado, puedo sentir como la cama se hunde un poco de el lado en el que se acomoda.
―Soy lesbiana. Dime, ¿cómo tener una cita a ciegas con un hombre podría gustarme?
Por supuesto que convencer a mis papás para que me dejaran ser una cantante y no una aburrida cirujana me trajo varias consecuencias y una de esas era tener que ir a citas a ciegas con personas que ellos escogían. ¿Lo peor de todo? Todos ellos eran solo chicos.
¿Mis papás saben que soy lesbiana?
Si.
Salí del closet con ellos a los dieciséis años, pero yo acepte que me gustaban las chicas a los trece años. Claro que me dio miedo decirles, pero a ellos no les importo en lo absoluto. No me rechazan, pero tampoco me aceptan, en especial mamá.
Aunque ella sabe que a mi me gustan las chicas sigue eligiendo las citas con solo los hijos de sus amigos en el hospital.
―Solo dile a tu mamá que no.― ambos nos miramos y de inmediato estallamos en carcajadas. No podia decirle que no a mamá.―¿Cuándo es la cita?
―Mañana temprano.
Mason miro su teléfono y suspiro.
―Clara dice que no olvidemos que tenemos que ir a ver a Juancho hoy, que si no vamos estara molesto y ella nos golpeara hasta que las neuronas se nos acomoden.
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Lo Que Se Esconde Tras El Telón
HumorUna cantante proveniente de una familia grande y con dinero es obligada a tener una cita a ciegas con el hijo de una familia amiga. ¿Pero que pasaría si ese chico en verdad resultará ser una chica?