Una cantante proveniente de una familia grande y con dinero es obligada a tener una cita a ciegas con el hijo de una familia amiga.
¿Pero que pasaría si ese chico en verdad resultará ser una chica?
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Allison Ashford
La cita había salido mucho mejor de lo que yo esperaba, pero mi parte favorita fue que no fuera un chico. Cuando vi a Catherine y no a un hombre me confundí un poco porque no sabía quién querria rechazarme, pero recordé que de hecho yo estaba aquí para hacer lo mismo y comencé a disfrutar de la compañía de Catherine.
Se sintió tan natural hablar con ella que por un minuto se me olvido que no la conocía y que solo estaba pasando el rato conmigo porque al parecer su hermano la mandó en su lugar.
Voy a admitir que cuando Mason me hablo para decirme que tenia que regresar de inmediato al departamento, lamente tanto que no pudiéramos seguir hablando que le daría un golpe en el hombro más tarde por interrumpir. Ni siquiera me dijo que era tan importante, solo me dijo una y otra vez que tenía que regresar de inmediato con un tono de esos cuando algo malo pasó.
No quise mostrarme preocupada delante de un grupo grande de personas, así que me despedi de Catherine como una persona normal lo haría y me sali lo más tranquila que pude del restaurante, después solo corrí a la camioneta y conduci al departamento como si hubiera formado parte de la saga de Rápidos y Furiosos. Por suerte no tuve un accidente y morí porque seguro Clara me revivia y me mataba con sus propias manos por haber estrellado la camioneta.
Cuando llegue al edificio y me baje de la camioneta, prácticamente corrí lo más rápido posible a nuestro departamento. Me sorprendió que no me estuviera faltando el aire después de subir los primeros dos pisos por las escaleras porque el elevador estaba fuera de servicio y yo era un pug con asma.
Obvio que me tome un descanso de diez minutos después de subir esos dos pisos y luego subí los otros tres a mi propio paso. Esperaba que nadie se estuviera muriendo porque de ser así entonces ya estaría en donde sea que van las personas que mueren.
No es que no crea en el cielo y en Dios y todas esas cosas, pero mis padres jamás nos metieron mucho la idea de que había un Dios que todo lo ve. Mis hermanos y yo tenemos nuestras propias creencias y era opción de nosotros si queríamos creer o no.
Spoiler; nadie eligió creer.
―Mason, ¿qué paso?― fue lo primero que dije al entrar al departamento.
Mi amigo estaba en la cocina y se veía bastante tranquilo preparando lo que sea que hubiera en su enorme tazón.
―Oh ya llegaste.― él me dio una mirada rápida y sonrió.
No estaba entendiendo nada.
¿Acaso había llegado demasiado tarde y este era el fantasma de Mason preparando comida como para cinco familias de doce? En serio, la cocina era un desastre.
