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-No quiero que tengas problemas con tu mamá. Susurró, con un hilo de voz.

-Dime la verdad, lo que no quieres es besarte conmigo, ¿es eso, verdad?

-¿Qué? Exclamó. Claro que si, tu... tú me gustas y mucho.

¿Enserio? Pregunté.

-Sí, y no sabes cuánto. Dijo. -No te imaginas todo lo que he pensado en ti en estos últimos días, no puedo pensar en nadie más que en ti, no puedo concentrarme, no puedo hacer nada más que pensar en ti, y en lo que me haces sentir.

-Entonces, no desaproveches el momento. - Le di un corto beso entre sus pechos.

-No lo haré. Dijo nerviosa.

Le sonreí, y la bese nuevamente. Luego, me recosté a su lado, y la mire a los ojos.

-Bésame, tócame. Le dije, mientras delineaba su labio interior con mi dedo.

Quería ver hasta donde llegaba, obviamente sabía que no iba hacer nada malo, era tímida.

¿Dónde quieres que te besé? Preguntó tímidamente.

¿Qué rayos le pasaba? Tenía que estar bromeando, ¿preguntarme eso? Demonios.

-Donde tú quieras. Le susurré.

Ella se mordió el labio, ¡Oh por dios como me gustó que hiciera eso!

Llevo su mano hasta mi abdomen, y levanto un poco mi camisa, hasta el comienzo de mi brasier. Se inclinó un poco y comenzó a dejar besos por mi abdomen. Fue subiendo sin dejar de besarme, hasta pasar por mi pecho derecho y dar un pequeño beso allí. Yo seguía con camisa y con brasier bajo ella, así que solo me reí.

Llegó a mi cuello, y lo besó delicadamente. Yo lleve mis manos hacia su cabello y lo acaricie, con mi mano libre la hice subir a mis labios y la bese nuevamente.

-Me tienes... loca. Susurró, entre beso y beso.

La hice girar en la cama y quede encima de ella, me aleje un poco para mirarla a los ojos tenían ese brillo que me gustaba.

Bajé mi mano acariciando su cuerpo, hasta que llegué hasta su entrepierna. Me di cuenta de que ya se encontraba mojada, así que reí divertida mientras ella me miraba apenada.

-¿Qué tanto? Con mi mano, presione su centro.

-Mucho. -Dijo en un gemido.

Me separé de ella, y me senté en la cama. Ella me miro confundida.

¿Te gusta? Pregunté, y acaricié nuevamente su intimidad.

-Oh dios... mucho. Cerró sus ojos.

Podía ver en la expresión de su rostro lo mucho que le gustaba, ¿qué tenía de malo jugar un rato? A mí me parecía divertido.

Así que me acomode mejor, e incliné mi cabeza. Le di un pequeño besó allí, obviamente por encima de sus jeans. Una de las manos de Chae inmediatamente fue a mi cabeza e hizo presión hacia abajo.

¡Chae!-Rei.

Ella levanto la cabeza y me miró avergonzada, luego quito su mano de mi cabeza.

¿Eso es lo que quieres? -Pregunté sensualmente.

-Yo...-Tragó saliva. No quiero que pienses mal de mi.

Lleve mis manos hacia el cierre de sus jeans, y comencé a desabrocharlo.

-Chicas, abran la puerta. Dijo mi madre interrumpiendo.

Me levanté rápidamente, y me senté en la cama. Acomode mi camisa, mientras Chae se ponía la suya.

Enamorada de mi vecina | MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora