Eran las 17:30. Estába caminando a la casa, luego de tomar Mokachino Canela con Ha-Min. Me parece un chico interesante, es cálido y gracioso a la vez.
Recibo una llamada de Mumu.
-¿Señor Kang?- Pregunto con voz de adulta elegante.
-Te necesito ahora. Ven rápido.- Dice para cortar la llamada.
-¿Adónde quedaron sus modales?- Pregunto para mí misma.
Llego. Estoy por entrar al ascensor, pero me encuentro con ellos.
-Ah. Están aquí.- Me subí al ascensor. -¿Por qué estás así? ¿Te sientes bien?
-Tuvo muchas citas a ciegas éste día.
-¿Por qué? ¿No que tenía novia?
-No me hables de ella. Ella no existe.
-Al Presidente Kang lo engañaron.- Explica después de un suspiro.
-¡¿QUE?! ¿Enserio?
-No de esa forma Su-Hye, sino que fué a una cita a ciegas con la persona equivocada
-JAJAJA, ahora ya sé con que molestarte.
-Ya tuve suficiente Su-Hye, estoy cansado.
-Está bién, Perdón.- Digo haciendo una línea con mis labios. Derrepente lo miro de reojo y está sangrando. -Dios mío Mumu, te está sangrando la nariz.
-¿La nariz?- Se toca con la mano. -Maldición.- Sungi le pasa un pañuelo. -estúpida emorragia nasal.
En ese momento la puerta del ascensor se abrió y los tres salimos de éste como unos dives. Abrimos la puerta, y para mí sorpresa nos encontramos con el abuelo.
-Miren pero si es Su-Hye.- Yo sólo rodeé los ojos y suspiré.
Nunca he tenido mucho contacto con mi abuelo. Por primera, el abuelo no pescó a mi mamá cuando fué adulta, ya que ser traductora era algo muy "normal" para una familia tan rica. También, cuando pasó todo eso con mi padre, aunque él supiera lo que pasaba y era consciente, nunca hizo nada para ayudarnos. Ni siquiera me fué a visitar después. Y para la cereza del pastel, siempre le tuvo favoritismo a Mumu.
-¿Como estás? ¿Ya comiste?
-No te hagas el bueno conmigo. Y sí, ya comí en una cita.
-Primero: Sí sordo, una cita. Segundo: Un chico que me he encontrado VARIAS veces. Y tercero: Sí bobo, sino no le hubiera pedido una cita.
-Oh. Crecen tan rápido.- Dice llorando falsamente Sungi apollandose en el hombro de Mumu.
-Vamos, no sean dramáticos. Sólo fué una recompensa por algo que le debía. Ahora quedamos a mano y de paso nos hicimos amigos.
-Hablando de citas, como te fué en las citas Tae-Mo
-¿No crees que te estás pasando? ¿Tienes idea de cuántas citas tuve?
-Fuíste a Japón para ver a la número 11.- Quedé impactada. No podía creer lo que estaba escuchando. -¿como te fué hoy? ¿Te gustó alguna de las chicas que conociste hoy?
-No puedo creerlo.
-Deja de exagerar.
-¿Exagerar? Señor, ¿no cree que está presionando mucho a Tae-
-¡Tú no te metas! ¡No estoy hablando contigo!- Me grita enojado.
𝑭𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌
Estába con mamá en la cocina haciendo galletas. Se escucha un sonido en la puerta. Supongo que es papá y voy corriendo a abrazarlo. Pero él me para.
-Min-Ji. ¿Qué es ésto?- Dice apuntando unos zapatos a la entrada.
-Son tus zapatos, mi amor.- Dice mi madre confundida.
-No son míos. ¿Hay alguien en casa? ¿Me estás engañando?
-No, como crees yo nunca- No termina de hablar porque papá le pega una cachetada.
-¿Crees que soy estúpido? ¿Crees que no me doy cuenta?- Pregunta siguiéndole pegándo.
-¡Basta! ¡Por favor! ¡Estás muy ebrio!
-¡Tú no te metas! ¡No estoy hablando contigo!
𝑭𝒊𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒇𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌
Con cada recuerdo, me aprieto más los labios, haciendo que sangre. Sin darme cuenta, lágrimas empiezan a caer por mi rostro.
-Susu...
-Por éstas razones no lo consideró mi abuelo.- Digo para después irme sin mirar atrás.
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