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Había sentido como si se me tirarán encima por lo que pegue una piña ¿Quien se levanta de una siestita con el Cochi arriba rompiendo las pelotas? Lastimosamente yo.
—Levantate, arribaaa, arriba Juan, que pasan los soldados, arriba Juan, que hay que ir al Jardín—Cantaba jodiendome como si fuera una mamá mientras escuchaba la risa de Anabella y de La china con Jorge en la cocina.
—Da pajero, salí de arriba—Dije tapándose los oídos porque quería dormirme.
—Mira que hay medialunas y cubanitos para merendar hoy eh, yo que vo' me levanto—Apenas dijo cubanitos y medialunas me levanté y fui rápido para la cocina.
—¡Jorge si tocas los cubanitos y las medialunas so' boleta!—Grite mientras veía que quería agarrar un cubanito, pegó una risa y se terminó agarrando un vigilante del paquete de factura.
—Nos levantamo' con hambre me parece a mi—Dijo Jorge mientras me cebaba un mate mientras me veía riéndose.
—¿Hay invitados y vos ya estás amenazando?—Escuche una vocecita conocida—Que mal eh, muy mal—Dijo Danilo mientras me miraba divertido.
—Boe, estaba en todos lados el chabon—Dije separando los cubanitos y medialunas para mí solita.
La china se reía de mí cara pero después se levantó para poner a hervir más agua para el mate y me dio un beso en la cabeza.
—Hola mí vida—Dijo Anabella para saludarme como lo había hecho la china.
—Cochi, te voy a robar a tu wa—Dije riéndome haciéndole una jodita.
La china y Jorge se reían de la cara en la que me miraba el Cochi.
—vo' tampoco te duerma' mucho Jorgeto—Dije divertida para que la risa de el tambien se borre.
Las rosas de la China y Ana se escucharon, Danilo comía en silencio viendo todo con una sonrisa.
—¿Vo' que onda? ¿Quedaste en el Liniers?—Dije viendo a Danilo mientras la China me pasaba un mate.
—Obvio que quede ¿Cómo no voy a quedar?—Dijo con egocentrismo sacándome una carcajada orgullosa.
—Bien ahí eh ¿Sabe' todo' lo' chetito' que van pa' probarse ahí boludo—Dije yo mientras le pasaba el mate a la china de nuevo y ella siguió cebando mate.
Nos quedamos un rato conversando y merendando, pero después de un rato Cochi se puso a prender el fuego para los choripan es y yo había salido para fumarme un porro de marihuana.
La marihuana no pegaba tanto como la cocaína, así que taba todo bien, iba a tener los ojos un poco rojos pero no iba a estar sin conocimiento.
—¿Que onda?—Dijo Danilo poniéndose al lado mío viendo cómo prendían el fuego y después me miraba a mí.
