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Narra Irene━━☆⌒*.
Yunobo: Eh…Este… ( Ahora que me fijo bien… ¡Son Hylianos!)
El joven Goron se veía más calmado que antes.
Yunobo: ¿Son ustedes los que se arriesgaron tanto para salvarme? ¡No saben cuánto se los agradezco! ―Comentó con una sonrisa―
Irene: No te preocupes, me alegra de que estes bien Yunobo ―Le sonreí amablemente mientras Link solo hacia un signo de afirmación con su cabeza―
Yunobo: Pero… ¿Por qué vinieron hasta aquí? ―preguntó―
Link: El jefe nos pidió buscarte.
Yunobo: Me lo imaginaba. -se rasca la cabeza- Vaya… Bueno, me alegro de que me hayan rescatado. Mi nombre en realidad es Yunoboro, pero todos me llaman Yunobo, pueden llamarme por el segundo si desean. ―dijo sonriente―
Irene: Oh, ya veo, esta bien Yunobo. Por cierto ¿Por qué viniste aquí? ―Pregunté―
Mientras Irene y el Goron hablaban, Link se quedo callado toda la conversación, parecía concentrado en escuchar la charla, pero en realidad…
Link: (…Hace mucha Calor…)
Link se estaba derritiendo, as que prefería quedarse quieto en un solo lugar. Al final, no escucho nada de lo que la hyliana y el Goron habían hablado.
Yunobo: Oigan, tengo que dejarlos. ¡Pero pasen luego para ver al jefe! Aunque parezca un cascarrabias, es un goron justo y generoso. Seguro les dara algun tipo de recompensa.
“Recompensa” Link quien estaba perdido en su sufrimiento asfixiante, fue la única palabra a la que le puso atención en toda la conversación.
Yunobo: ¡Hasta la vista, amigos! ―Dijo para salir rodando fuera del almacen―
Mientras el Goron le alejaba, ambos Hylianos se miraron.
Irene: Recompensa! ―Levanto su puño derecho―
Link: Recompensa! ―levanto su puño izquierdo―
Irene: Vamos, vamos! Volvamos! ―dijo emocionada―
Link: Sí, rápido. Aquí hace muchísima calor… ―dijo cansado mientras sacaba la tableta Sheikah y me toma de la cintura―
Irene se sorprendió ante el agarré de Link, nunca lo había hecho antes, le dio escalofríos, miró a Link, pero este simplemente los teletransporto al santuario más cercano a la ciudad Goron.
Irene: (Okey…, eso se sintió raro…) ―pensé tomándome el pecho ya que mi corazón latía mucho―
Link: ―Camina un poco, pero al ver que no me muevo, voltea a verme― …¿No vienes? ¿Sucedió algo?
Irene: ―Reacciono ante sus palabras― Eh? O-oh, sí, ya voy. ―dije para empezar a caminar―
⸻Al llegar con el jefe nos saludaba a la distancia, nos acercamos a él.
