"¿Por qué estás bebiendo?"
"¿Qué? ¿No puedo?" respondió Atsumu. Sabía que sonaba a la defensiva, pero no le importó.
"Seguro que sí, pero no acostumbras hacerlo solo. ¿Ya te encariñaste con la sensación?"
Atsumu miró con coraje el vaso entre sus dedos. Sus ojos se cerraron un poco, como si todo fuese culpa del alcohol, y no de él mismo. "¿Qué importa?"
"Eh... Si no te has acostumbrado, ¿entonces qué es? ¿Justo estás buscando el ardor en tu garganta por beber? ¿O es que quieres quedar lo suficiente inconsciente como para olvidar tu nombre?".
Con un suspiro, dirigió la mirada hacia la persona que le hablaba. "No es tan profundo, Sunarin, córtalo".
Como era de esperarse, el hombre se burló con una pequeña sonrisa.
Suna se veía bien. No es que en Inarizaki luciera mal, pero, desde luego, el hombre simplemente tenía que volverse más atractivo con el tiempo.
"¿Puedo?" dijo mientras señalaba el espacio vacío en el sillón.
Él volteó la cabeza, fingiendo que no le importaba con un movimiento de hombros.
Atsumu recordaba haber pensando 'que lindas manos tiene', la primera vez que prestó atención a Suna. Por supuesto, pudo notar que eso no había cambiado cuando se sirvió licor en un pequeño vaso que se encontraba en la mesa.
El lugar era bastante solitario, más como un sitio donde tomas un par de copas con algún compañero del trabajo por mera cortesía. No había más que otras dos mesas ocupadas, pero él había insistido en que no necesitaba ser atendido. La mesera parecía querer hablar con él en cada momento, así que la cortó pidiendo que le dejaran la botella en la mesa y un vaso.
Como siempre, Suna no mostró algún cambio en su rostro cuando bebió el licor, y Atsumu apartó la mirada rápidamente.
"Entonces, por fin nos reunimos después de un largo tiempo, y tú solo decides que no beberás en el mismo lugar que nosotros".
Arrastrando el vaso cerca de sí mismo, Atsumu se concentró en servirse. Había tenido más de lo que siempre bebía, pero todavía no se sentía lo suficientemente entumecido como para volver al pequeño restaurante de enfrente.
"Iba a regresar" murmuró.
"¿Ebrio?"
"Oh, por favor. ¡Todos están tomando! Solo quería... Un poco de aire".
Suna tarareó, pero no parecía creerle.
Bueno, ¿y qué importaba si no le creía? ¡Atsumu iba a regresar! Solo necesitaba un poco de espacio. Solo necesitaba entorpecer lo suficiente sus sentidos para dejar de notar el tipo de miradas que Osamu y Suna se habían estado dando desde que llegaron. Estúpido 'Samu.
"No es que me sorprenda" comenzó Suna. "Porque siempre lo maldices, pero, ¿qué hizo ahora Osamu?"
Atsumu apretó los dientes. Parecía que estaba lo suficiente mareado para decir algunos de sus pensamientos en voz alta. Bueno, eso le venía magnífico, había sido su propósito, por lo que pronto podrían regresar a la tonta fiesta de reencuentro.
"Nada".
Suna levantó una ceja, pero no presionó.
Eso solo lo molestó más. ¿Quería o no saber? Parecía que preguntaba por cortesía y que en realidad no le importaba la respuesta, pero eso era estúpido, porque él nunca hacía nada que no le importara.
Se llevó el vaso a los labios, dejando que el ardor bajara por su garganta. Atsumu no era un gran fan del licor, pero el toque dulce del que había pedido ayudaba un poco.
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Reunión
FanfictionAtsumu estaba demasiado entusiasmado por el reencuentro de Inarizaki. Claro, eso fue antes de darse cuenta de que su hermano gemelo y la persona que le gusta se la pasarían toda la noche mirándose.