— ¡Lily, mi vida, mi amor! No sabes lo feliz que me haces— la abrazo fuertemente mientras besaba su cuello.
—Señor Jeon, calme sus pasiones— respondió ella, tratando de aparentar estar seria, pero se termino riendo por las cosquillas que le causan los besos en el cuello.
—Es varón mi amor, es varón ¿Tienes idea de cuánto anhelaba que fuera un varón? ¡Podré enseñarle a jugar béisbol!— el hombre se carcajeó de la felicidad que tenia.
—No creas todo lo que dice esa señora amor— le dijo ella algo sería —Si hubiera dicho que era niña no estarías así de feliz— ella dijo alejándose de su abrazo.
—Ey, no digas eso, si fuera niña también la querría, llevaría mi sangre en sus venas, claro que la amaría, pero tampoco puedo ocultar que realmente yo quería un hijo varón— dijo viéndola a los ojos, para mostrarle sinceridad y que ella se sintiera segura con su respuesta.
—Está bien como digas— Se giro rumbo a la cocina y mientras caminaba le pregunto a su esposo que si quería algo de comer a lo cual el otro dijo que si.
Lily Wilson era una chica de desendencia inglesa, muy linda y amable, piel blanca como la nieve, cabello negro, sonrisa de encanto, color de ojos del café más oscuro existente en el universo, características que no pasaron desapercibidas por un soltero y hermoso joven al cual sus padres la habían comprometido, que quedó hechizado por la hermosa chica con cuerpo de infarto.
Unos meses después de que se conocieran él la invitó a salir con la excusa de conocerse mejor antes del matrimonio. Como el educado y adinerado hombre que era la trataba como un caballero, siempre llevándole flores, dándole cumplidos e inevitablemente se enamoro.
Un año y 5 meses después se caso con el amor de su vida, el hombre de sus sueños, ella apostaba todo a que él sería un buen esposo y un buen padre para sus futuros hijos, sin embargo, también sabía que tenía un futuro asegurado con el, no pasaría hambre, calamidades, nada le iba a faltar ni a ella ni a sus futuros hijos .
——————-Una tarde de viernes Lily se reunió en su casa con su mejor amiga Margaret, sentadas en el sillón de la sala estaban teniendo una charla que solo mejores amigas podía tener
—Lily, disculpa ser indiscreta, pero ¡que hombre con el que te casaste! — dijo la mujer con una mirada sugerente a su amiga.
—Cierto, realmente es un buen esposo— ella dijo un poco sonrojada en sus regordetas mejillas.
— ¿en la cama como es?— Margaret le pregunto, siendo desvergonzada de manera intencional para sonrojar a su amiga.
—¡Margaret!— exclamo mientras se tapaba la cara con ambas manos, totalmente roja por culpa de los comentarios de su amiga —Cómo puedes preguntar eso, estás loca— dijo mientras se quitaba las manos de la cara aun con las mejillas sonrojadas —eres muy indiscreta—
—Vamos querida, estamos entre chicas ¡hombre soy tu mejor amiga! No puedes sentir pena conmigo, eso va en contra de las leyes de la amistad— dijo sonrientemente.
Lily le pregunto irónicamente —¿esas leyes te las acabas de inventar tu?— la vio directo a los ojos a lo que Margaret también empezó a verla directo a los ojos, ambas sin parpadear y después de unos segundos sus ojos empezaron a lagrimear.
—Vamos maldita zorra, parpadea que no me vas a ganar— le dijo Lily con una sonrisa de lado.
—Si no parpadeas le harás daño a tu bebé— le respondió Margaret, con la vista nublada por las lágrimas que salían para quitar el ardor de sus ojos causado por pasar mucho tiempo sin parpadear.
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Verano del 86
FanfictionJeon Jungkook olvidó las enseñanzas de su papá, usaba falda y mucho lápiz labial. En la gran ciudad probó la libertad junto a su más grande amor Taekook Tae top ⚠️ Kook bottom ⚠️