~Mi gran flor~

Cap 1: Lo siento

En una profunda oscuridad se logran escuchar unos no muy claros pero se logran escuchar latidos de corazón.

Una chica no muy joven se encuentra dormida en esta oscuridad, después de unos minutos logra abrir sus ojos.

-Ah?- dice confundida mientras se levanta con cuidado- ¿Donde estoy?¿Qué es este lugar?- se levanta para luego mirar directamente las palmas de sus manos - ¿Quien soy? - Dice para luego mirar a su alrededor - ¿Estoy muerta?

Unos minutos después.

La joven se encontraba confundida y totalmente sola cuando de repente logra escuchar algo, un susurro, que poco a poco se comenzó a volver un grito, pero no un grito común, el grito de una mujer.

-¡Kyoko despierta ya!

-Kyoko?...si..¡Ese es mi nombre!

-¡Deja de hacerte la interesante y despierta ya!

-Esa voz...¡Azumi!

Los latidos que antes se escuchaban tenues comenzaron a sonar mar fuerte y con más velocidad.

Kyoko despierta.

-¡Azumi!-grito sobresaltada mientras de levantaba del suelo.

-Kyoko...¡No me asustes así!-le grita Azumi para luego darle un fuerte golpe en la cabeza.-Tonta, me asusté de que no despertaras.

-Perdoname, pero ¿que paso?

-Si tu no sabes, menos yo.

-Perdon.

-Tranquila, los chicos están afuera, vamos a verlos.

Azumi se llamaba, una mujer joven con pelo a la altura de sus pechos y una marcas curiosas en su cara.

Cuando ambas salieron de una especie de cabaña algo pequeña se pueden apreciar a dos muchachos.

-¡Kyoko!-grito uno de ellos mientras se acercaba a las chica para fijarse como estaba Kyoko.

-¡Hermanita!-grito el otro, para luego correr rápidamente hacia Kyoko para fijarse si tenía alguna lesión.-¿Estas bien? Me preocupe demasiado.

-Tranquilo Kotarou, estoy muy bien.

-¿En serio crees que somos estupidos?-comento el otro chico.-Estas muy rara últimamente.

-Hiro tiene razón, estás muy rara estos últimos días ¿Que es lo que te pasa?

Todos miraron a Kyoko con preocupacion, pero ella no decía ni una palabra.

-Hermana, no tienes por qué ocultarme nada, soy tu hermano mayor y te aseguro que puedes confiar en mí.

-No es que no confíe en ti es que esto es complicado.

-Oye Kyoko porque la flores que están en tu cabeza aumentaron, antes no cubrían tanto tu ojo.

Comento Hiro mirando directamente a Kyoko.

-Esa verdad.-Dice Azumi.-Kyoko,¿Pasa algo malo?

-No, de verdad no pasa nada.

Dice para luego caminar rápidamente y alejarse de los demás.

30 minutos después

Azumi se encontraba sentada en la rama de un árbol pensando en que es lo que le pasa a Kyoko. Mientras Kotarou y Hiro sentados junto a una fogata estaban atentos si Kyoko volvía.
Mientras tanto Kyoko estaba en la orilla de un lago contemplando la luna, la miraba como si fuera la primera vez que la veía resplandecer en el cielo oscuro.

-No creo tener tanto tiempo, al menos la quiero explicarle lo que en verdad sucedió, necesita saber que fue una accidente.-pensó.

Mientras ella estaba sentada con una expresión de preocupación, alguien la observaba fijamente desde las sombras escondido entre las hojas de los árboles un joven de cabello largo y rojizo la miraba con desprecio.

-Maldita Kyoko te maldigo a ti y a tu hermano, todo esto es su culpa, ahora me arrepiento de no haberlos matado ese mismo día.-dijo en sus pensamientos.

Kyoko después de unos cinco minutos decide levantarse, darse la vuelta y caminar. Al sentirse observada quiso girar a ver a los árboles pero como era de esperarse no había nada ni nadie ahí.

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Una niña de almenos 11 años corre por un largo pasillo con un plato de carne cruda en sus manos. Llega a una habitacion cerrada para luego sentarse sobre sus rodillas, y suavemente correr la puerta y ver que en interior de la habitación había una mujer con larga cabellera blanca con puntas de color rojo carmesí.

-Señorita Ume, aquí le traje lo que me pidió.-Dijo con un tono de voz nerviosa.

-Gracias, Himiko puedes dejarlo ahí.

La niña obedece para luego cerrar puerta y retirarse.

-Querida Kyoko, de una forma u otra lograré obtener lo que quiero, así que prepárate porque está gatita ya sacó las garras.

Después de decir esto atrás de ella apareció una figura joven con un largo cabello rojizo, estaba detrás de Ume y luego  inclinó levemente la cabeza.

-Ume, si me mandaste llamar espero que sea importante, porque aparte de siempre estar cuidándote el pellejo, también tengo mis asuntos. Entonces no me hagas perder el tiempo en estupideces.

-Tranquilo, Solo es un pequeño favor.

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