Único

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Podía escuchar como su esposo hablaba animadamente, aunque lo intentará no podía prestarle atención, su vista estaba en cierto chico frente a el de cabello negro que tan poco le quitaba la mirada, ojos hermosamente perfectos, piel clara y suave. Y esos labios esponjosos, color rosa claro con un ligero brillo, deseaba besarlos, acariciar sus mejillas.

Estar solo ellos dos. Dios... Jimin era tan precioso.

Jimin se relamio los labios para seguidamente sonreír. Mierda, lo único que quería hacer era hacerlo suyo. Pasar sus manos por ese cuerpo tan suave y sexy que ya había tocado demasiadas veces, sentír su exquisito aroma tan característico, poder escuchar sus gemidos y...

- ¿Verdad amor? - le pregunto su esposo. Tan concentrado se encontraba en ese chico pelinegro que no supo que decía su esposo.

- Perdóname cariño, no te escuché. - Noto como Jimin soltaba una risita.

Su esposo se rió, pensar que antes ver a Taehyung reír era su actividad favorita, su corazón se aceleraba y sentía una calidez inmensa. Eran la pareja perfecta. Pero ahora...

Nada.

Su relación ya no era la misma, parecia como si el amor se hubiera esfumado. ¿Costumbre? Probablemente.

- Te decía que nos quedaremos en casa de Jimin y Hoseok. - Sus ojos se abrieron asombrados. Compartir casa con Jimin una noche, no era buena idea.

- ¿Estás seguro que no los incomodaremos, Tae?

- No te preocupes Jungkookie, pueden quedarse. - le respondió Jimin con una sonrisa.

" OH Jimin, no me tientes. " Pensó.

- De acuerdo nos quedaremos. - respondió sin quitarle la mirada a Jimin.

- Sabíamos que aceptarían, así que preparamos su habitación. - Dijo Hoseok - Esperamos y sea de su comodidad.

Demostrando ser un esposo cariñoso tomo la mano de Jimin y la acarició. Esto por supuesto que no le gustó para nada a Jungkook ya que empujó su lengua contra su mejilla. Quería borrar esa sonrisa del rostro de Hoseok.

- Disculpen. - Jungkook se levantó.

- ¿A dónde vas, amor?

- Al baño Tae.

Ya conocía esa casa, así que sabía perfectamente dónde quedaba el baño. ¿Enserio se había enojado solo por ver a Jimin con su esposo? Joder, que estaba mal con el. El también era casado con el amor de su vida o eso creía. Al cerrar la puerta lo único que hizo fue lavarse el rostro. Se miro en el espejo recriminando que lo que hacía no era correcto.

La puerta fue tocada, al abrirla encontró a un Jimin mirándolo fijamente y antes que pudiera reaccionar el lindo pelinegro ya lo estaba empujando contra la pared y cerrando la puerta tras suyo. Fueron ambos que buscaron los labios del otro. Un beso salvaje y apasionado.

Otra vez.

Jimin se abrazó más al cuello del contrario. Está noche no tenía intención de hacer nada, pero cuando Jungkook llegó acompañado de su esposo luciendo de lo más caliente. No pudo detener el deseo de besarlo y su cuerpo tomo el control antes de poder evitarlo. Llendo tras Jungkook en la primera oportunidad que tuvo.

Dándose cuenta mediante los besos que no era el único en desearlo, sus suaves manos acariciaron todo el torso de Jungkook, para después colar una de ellas dentro del pantalon y boxer, tomar el miembro ya despierto e iniciar un vaiven de arriba hacia abajo.

Jungkook en medio del beso soltó un gemido demasiado erótico para los oídos de Jimin.

- Espera. - detuvo la mano de Jimin. - ¿Tu esposo?

"I JUST NEED YOU"                                                   -OS.KookMin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora