Destin Doré

002

El Destin Doré es extraño, siempre juega juegos confusos e inesperados.

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Aquella voz resonaba en el lugar siempre el ente humanoide ponía un trapo húmedo en la frente de aquella joven quien ya no estaba atada a aquella "cama". La joven estaba inconsciente, no sabía realmente lo que estaba sucediendo, y su último recuerdo era haberse desmayado debido a la fiebre.

En ser humanoide pasó toda la noche y gran parte de día cuidándola, no quería que su futura amiga se muriera por su culpa.

Y de esta forma transcurrió una semana, semana en la cual Marinette despertó y se desmayó en dos ocasiones al ver a The Rake cuidándola y aunque a la tercera ocasión no se desmayó sí que le temió bastante, hasta que notó que dicho ser realmente no la estaba hiriendo.

---Hey, no, así no, ¡que así...!, ¡ahh!---Y un silencio retumbó por el lugar mientras The Rake se mostraba nervioso---¡Ay, ay, ay!---Se quejaba la joven tocándose la frente donde una pequeña piedra le había pegado.

Estaban intentando acomodar esa cueva que antes parecía una tumba, ahora tenía algo de vida por lo menos.

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---No, descuida, fue mi culpa, tenía que haberme movido---Dijo la menor soltando un suspiro mientras aún tocaba la pequeña herida de su frente, Rake bajó del techo e hizo que la oji-azul se siente mientras él con sus garras trataba de revisar la pequeña herida---Descuida, no fue nada, los accidentes pasan---Marinette habló y quitó su mano de su herida mostrando que era una pequeña cortada de menos de dos centímetros y apenas un finito hilo de sangre escurría por ella. Rake puso una expresión de culpabilidad, no quería dañar a su amiga.

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El ente se regañó a sí mismo y encajó sus garras en su estómago a modo de castigo.

---Oh, no, no hagas eso---Marinette lo miró con preocupación y quitó las garras del ente viendo como las heridas de este rápidamente se regeneraban.

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---No, estás cosas solo pasan, ¿sí?---Ella trataba de calmarlo, pues él estaba alterado.

---¿Rake?, ¿estás ahí?

Oh, oh...

---Slender, no estás siendo prudente---La voz de Splendor sonó por el lugar---Si llegamos a traspasar la línea del tratado sin invitación previa podría ocasionar otra guerra. ¡Fue suficiente con que tras la muerte de Rouge hayas decidido desatar la segunda guerra mundial! No necesitamos una tercera... aún.

---¡Le podrían estar haciendo algo terrible!---Exclamó el contrario, pero a media oración su voz había sonado quebrada.

Odiaba esto, odiaba no poder verla.

---Sally ya nos dijo que estaba con The Rake. Siempre y cuando a él no le agarre hambre estará a salvo---Le recordó acomodándose los lentes mientras hablaba.

---¿Algo?---Pregunto Tomoe en tono preocupado a su hija.

---No, madre---Kagami ya no sabía que hacer.

Hace ya unos días no podían contactarse con Marinette y por ello Luka se fue antes de tiempo. Aún no llegaba a la actual casa de Marinette pero esperaban que al llegar ella este y solo se haya olvidado de llamarles y mandarles mensajes.

---¿Y ustedes que miran?, vuelvan al trabajo, ¡ya!---Ordeno la mujer mayor ante las miradas curiosas de algunos empleados de la limpieza.

Ella detestaba que sus empleados no hagan el trabajo, y más si hay partes humanas esparcidas por el suelo.

---¡Max, Juleka!---En cuestión de segundos los ya nombrados estaban delante de ella---¿Ya tienen lo que les pedí?---Preguntó en tono serio.

---¡Sí, señora! También acabamos de mandar a Gerard y un grupo a buscar a Isamu Yeri y Riley Yeri, deben traerlos ya sea vivos o muertos. Tienen prohibido volver sin ellos---Dijo Juleka en un tono algo sombrío.

Ella amaba este trabajo y amaba mucho más romperle la cara a los imbeciles que se creían la gran cosa...

Aunque de esto Rosita jamás debía de enterarse...