Veintiuno

26 5 0
                                    


Nashville


-¡Papá!- Zander y Shane corrieron a abrazarme. Este último con sólo un brazo, debido a su yeso. Me enderecé y abracé a Lucy y Patrick que se habían quedado con los niños, la noche pasada. 


-¿Cómo se portaron?


-Oh, son unos niños increíbles.- Respondió la bella madre de Sky. Patrick miraba a lo lejos, la puerta de la habitación de su hija. 


-Pasen a hablar con ella. Yo me quedo con los niños.- Dije. 


-¿De verdad?


-Es tu hija, Patrick. Claro que sí.- Tomé a los niños, y los llevé a la cafetería.- ¿Desayunaron?


-Sí, papá. Lucy cocina genial.- Dijo Shane. Le pagué a la chica que estaba detrás del mostrador por un café y algunas galletas con chocolate. 


-Además es una buena abuela y no se enojó cuando Shane...- Este le puso una mano en la boca a su hermano. Zander lo mordió y empezaron a pelearse. Los senté en una de las mesas más cercanas.


-¡Basta a los dos!- Miré a Shane.- ¿Qué pasó?


-Pesadilla.- Bajó la cabeza. Tome su mano sana y acaricie sus nudillos. A pesar de que iban a una psicóloga, las pesadillas de Shane no cesaban.- Katherine se transformaba en un agujero negro y me quería hacer desaparecer.


-Chicos, no tienen nada de que preocuparse. Ella nunca más va a acercarse a ustedes. Vengan.- Abrí los brazos y ellos se acomodaron, uno sentado en cada pierna.- Tengo algo que contarles.


-¿Es otro hermanito?- Preguntó Shane, al mismo tiempo que Zander preguntaba.- ¿Podemos cenar helado todos los días?


-Nop. Nos vamos a mudar. El tío Jake está llevando todas nuestras cosas a la casa nueva, un poco más lejos que la anterior. Pero es más grande, tiene una pileta y Kyle está llevando a Beau para que se quede con nosotros.- Los dos saltaron sobre mí, y me abrazaron gritando en mi oído. 


Una vez arriba, caminamos hasta la puerta de la habitación de Skyler.


-¿Papi?


-¿Mhm?


-¿Podemos pedirle a Sky que se case con nosotros? ¿Todos juntos?- Le sonreí a Zander.


-Claro que sí. Vamos a hacerlo ahora, pero tienen que traer a Holly primero.


-Si, no puede faltar ahora que es parte de la familia.- Dijo Shane. Su hermano frunció el ceño.


-Ella no va a tener novio ¿cierto, papá? Es la bebé de la casa, no puede tener un novio. Ni casarse.- Sonreí. De tal padre, tal hijo. 

El cielo es el límiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora