Nashville
-¡Papá!- Zander y Shane corrieron a abrazarme. Este último con sólo un brazo, debido a su yeso. Me enderecé y abracé a Lucy y Patrick que se habían quedado con los niños, la noche pasada.
-¿Cómo se portaron?
-Oh, son unos niños increíbles.- Respondió la bella madre de Sky. Patrick miraba a lo lejos, la puerta de la habitación de su hija.
-Pasen a hablar con ella. Yo me quedo con los niños.- Dije.
-¿De verdad?
-Es tu hija, Patrick. Claro que sí.- Tomé a los niños, y los llevé a la cafetería.- ¿Desayunaron?
-Sí, papá. Lucy cocina genial.- Dijo Shane. Le pagué a la chica que estaba detrás del mostrador por un café y algunas galletas con chocolate.
-Además es una buena abuela y no se enojó cuando Shane...- Este le puso una mano en la boca a su hermano. Zander lo mordió y empezaron a pelearse. Los senté en una de las mesas más cercanas.
-¡Basta a los dos!- Miré a Shane.- ¿Qué pasó?
-Pesadilla.- Bajó la cabeza. Tome su mano sana y acaricie sus nudillos. A pesar de que iban a una psicóloga, las pesadillas de Shane no cesaban.- Katherine se transformaba en un agujero negro y me quería hacer desaparecer.
-Chicos, no tienen nada de que preocuparse. Ella nunca más va a acercarse a ustedes. Vengan.- Abrí los brazos y ellos se acomodaron, uno sentado en cada pierna.- Tengo algo que contarles.
-¿Es otro hermanito?- Preguntó Shane, al mismo tiempo que Zander preguntaba.- ¿Podemos cenar helado todos los días?
-Nop. Nos vamos a mudar. El tío Jake está llevando todas nuestras cosas a la casa nueva, un poco más lejos que la anterior. Pero es más grande, tiene una pileta y Kyle está llevando a Beau para que se quede con nosotros.- Los dos saltaron sobre mí, y me abrazaron gritando en mi oído.
Una vez arriba, caminamos hasta la puerta de la habitación de Skyler.
-¿Papi?
-¿Mhm?
-¿Podemos pedirle a Sky que se case con nosotros? ¿Todos juntos?- Le sonreí a Zander.
-Claro que sí. Vamos a hacerlo ahora, pero tienen que traer a Holly primero.
-Si, no puede faltar ahora que es parte de la familia.- Dijo Shane. Su hermano frunció el ceño.
-Ella no va a tener novio ¿cierto, papá? Es la bebé de la casa, no puede tener un novio. Ni casarse.- Sonreí. De tal padre, tal hijo.
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El cielo es el límite
RomanceÉl dejó de creer en el amor, cuando se tuvo que hacer cargo de sus dos hijos pequeños y su ex novia alcohólica. Ella creía que todos los hombres eran iguales y no sabían mantener promesas. ¿Las circunstancias los harán cambiar de opinión?