Yeonjun
El viaje es largo, pero lo hacemos.
Beomgyu y yo decidimos cenar en nuestra pizzería favorita, a la que solía llevarle cuando era más pequeño, después de sacar el carné de conducir. No ha cambiado nada, salvo los precios. Pedimos pizza –de los amantes de la carne, porque es su favorita– y luego jugamos al air hockey.
Él gana. Siempre gana. Después de todo, ¿qué clase de hermano sería si no lo dejara?
Cuando nos sentamos, una vez entregada la pizza, está eufórico, con una sonrisa de mil vatios y rebotando en su asiento.
Hablamos de todo y de nada.
Lo pongo al día de mi vida, le cuento las cosas que antes no podía contarle y que nuestra propia madre no sabe. Me escucha y me hace preguntas, mira fotos, piensa en los lugares a los que le gustaría ir algún día. Yo le pregunto por su vida, qué ha estado haciendo que yo no sepa siguiendo sus redes sociales o pidiéndole a nuestra madre que me ponga al día.
Al final se nos acaba la pizza.
—¿Estás listo para salir de aquí? —pregunto.
Después de todo, tenemos otros planes.
—Sí —responde Beomgyu. Nos levantamos de la mesa y le tiendo la mano. Nuestros dedos se entrelazan. Salimos del restaurante así, tomados de la mano.
Es un corto trayecto en coche hasta el hotel en el que reservé antes de llegar a Mayweather. Agarro las maletas y nos registramos en recepción antes de dirigirnos a la habitación.
—Beomgyu —Le sujeto la mano al otro lado de la puerta, deteniendo su avance—. Una vez que hagamos esto, no hay vuelta atrás.
Al otro lado de la puerta nos espera un momento que lo cambiará todo entre nosotros. Después, nada volverá a ser igual.
Se balancea hacia mí y me da un puñetazo en la parte delantera de la camisa. —Deja de andarte con rodeos y... abre y tócame poco a poco.
Introduzco la tarjeta en la puerta. Parpadea en verde y entramos en la habitación. La puerta se cierra tras nosotros, sellando nuestro destino.
Beomgyu se acerca a mí y yo a él.
Nuestras bocas chocan en una batalla hambrienta. A diferencia del beso fuera de la casa de nuestra madre, o del que nos dimos al borde de la carretera, éste no tiene fin. No tenemos que parar, retroceder, negarnos a nosotros mismos ni un segundo más.
Introduzco mi lengua en su boca y me pierdo en su sabor. Beomgyu gime y su pecho vibra contra el mío mientras le rodeo la cintura con el brazo y lo levanto. Es un montón de deseo sin huesos mientras lo llevo a la cama.
Nos subimos al colchón y lo arrastro hacia el cabecero. Entierra los dedos en mi pelo y me agarra con fuerza mientras nos balanceamos juntos. Su polla está tan dura como la mía.
Hay demasiada tela entre nosotros. Lo necesito desnudo, debajo de mí, listo y dispuesto.
—Yo también te deseo, Yeonjun —dice Beomgyu mientras sus dedos se tensan en mi pelo.
—Será más fácil si estás de rodillas, pero te quiero así —le digo mientras tiro de él hacia arriba, le saco la camiseta por la cabeza y la tiro lejos antes de empujarlo de nuevo hacia abajo.
—Me gusta así. Quiero verte por primera vez —Me baja las manos por el pecho antes de tirar del dobladillo de la camisa. Me siento y me la quito de un tirón antes de tirarla.
Nos separamos rápidamente, desechando los pantalones, los calzoncillos, todas las prendas que llevamos puestas, hasta que nos quedamos desnudos el uno para el otro.
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❝my everything❞ yeongyu. ✓
Fanfiction𝐘𝐄𝐎𝐍𝐆𝐘𝐔 ⎟⎟ Beomgyu no ha visto a Yeonjun, su hermano, desde aquella noche... ▸ obra adaptada sin fines de lucro. ▸ yeonjun top, beomgyu bottom. ★﹕𝐖𝐀𝐑𝐍𝐈𝐍𝐆 !↴ contenido +18, si este tipo de contenido no es de tu agrado, no deberías leerl...