He dedicado tantas canciones que no tengo música que no me recuerde algo. Cuando reviso mi buzón, no ha llegado nada; se oxidó. Y está bien, porque mi casa queda muy lejos del centro y mi nombre es muy raro, seguro lo escribieron mal o se perdió en el camino.
Seguro se acostaron con otro pensando en mí y me amaron más.
Una vez tuve un accidente y dejé de hablar, perdí el habla. Un personaje me dijo que no pidiera, que mi insistencia resultaba fastidiosa, un sonido que todos oyen, incomoda, y nadie desea escuchar. Me alegró estar accidentada, nunca tendría que pensar de nuevo si lo que hacía estaba bien o mal, si molestaría o agradaría a otros, o por qué no era lo suficientemente llamativa como para ser elegida en vez de usada como juguete, donada, mandada a reparar.
Mis colores son llamativos, pero mi forma y mi sonido cansan. Me gustaría dejar de existir, pero viviré para siempre, como ser vivo o inerte.
Me cubro de parches para no intervenir en los procesos de mis colegas. No importa cuánto me encojo, insisten en que soy un obstáculo físico y espiritual. ¿Si me plegara como el ADN, obtendría por fin tranquilidad?, ¿podría correr en millones de micrómetros y reirme entre geles?
- Ahora en qué se quedó pensando... ¿si ve?, por eso es que le pasa lo que le pasa. ¡Despierte, no puede seguir viviendo en las nubes, entre ficciones! ¡Espabile!
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Náusea post-aborto
PoetryRegistrando mi agonía hasta que acab: https://aengelesliterature.wordpress.com/