Sin miedo a amarte

01. ¿Te acuerdas?

Cuando apenas tenía 10 años yo por fin me había ganado el respeto de todos y todas, me convertí en la popular de todo mi curso, quinto de primaria.

Lo guay duro poco hasta que mi hermano y unos chicos de sexto se volvieron superpopulares y para todas las chicas eran como dioses, a partir de ese momento no se separaron de mi hermano Adrià y me protegían a toda costa.

Ahí los conocí

Tiempo después, a mis 17, mi madre me compro mi primer vestido ajustado y mis primeros tacones por mi cumpleaños, no dude en utilizarlos. Esa misma noche, cuando mi madre y mi padre se habían ido de cena empresarial, y mi hermano y sus amigos Adam, Biel, Alex, Hugo estaban jugando a la Play. 

Me maquillé, me puse el vestido y los tacones y baje las escaleras de mi casa, me asome a verlos desde el pasillo, me acerque a ellos sigilosamente, le di un susto a Alex, se asustaron todos y se giraron hacia mí asustados, nunca me habían mirado así, estaban babeando y mirándome de arriba abajo. Nos quedamos en un silencio incómodo hasta que por fin Alex dijo algo.

-¿Luna?-dijo divertido- ¿eres tú?

-Si cariño, me voy de fiesta con mis amigas-dije sonriendo

De la nada, Adam empezó a hablar sin quitarme el ojo de encima

-Son las 10 de la noche, es peligroso que vayas a estas horas y encima así vestida

-Si queréis venir no hay problema, pero ir, voy a ir sí o sí-Dije yo un poco cabreada

Biel miró a Adam, Alex y a Hugo, intercambiaron algunas miradas seguras, pero divertidas, y se levantaron todos.

-¿Dónde vais?-Dije confundida

-Vamos de fiesta contigo-Dijo Hugo

-¿Genial, nos vamos?

Cogí el bolso y mi chaqueta y salimos todos hacia el parking donde estaba coche de Adam, su Lamborghini rojo. Yo iba delante y ellos detrás de mí mirándome el culo pude suponer por como me habían mirado antes.

Cuando quedaban 2 minutos para llegar pude escuchar parte de la conversación, estaban susurrando para que yo no me enterase

-Está preciosa, y eso es un pequeño problema porque todos los babosos de la fiesta la van a mirar-dijo Biel serio

-Y está muy buena-dijo Hugo riéndose

-Ya tenemos al primer baboso-dijo Biel riéndose

En ese momento me reí y creo que se dieron cuenta por qué dejaron de hablar y no los volví a escuchar

Cuando llegamos a la fiesta de mi amiga Ainhoa, que era en su casa, o mejor dicho, mansión, empezamos a bailar Alex y yo de broma, superpegados, me cogió de las caderas y yo empecé a moverlas de broma porque éramos amigos.

Me sentí observada y me di cuenta de que Adam, Biel y Hugo no me paraban de mirar, los quise provocar y me pegue más a él.

Más o menos a mitad de fiesta ya estaba cansada de bailar y yo y Alex fuimos hacia ellos para poder beber algo tranquilamente.

-¿Ya te has cansado peque?-Dijo Adam medio riéndose

-Un poco gatito-Dije riéndome

-¿Por qué gatito?-Me pregunto intrigado

-porque se te ve a yeguas que en cuanto alguien se me acerque vas a sacar tus uñas de gatito, ja, ja, ja

Me miro divertido, apreciando como me reía.

En cuanto me acabe el champán, me cogió de la muñeca y me arrastro hacia dentro de la casa

-¿Dónde me llevas gatito?

Dije mientras me arrastraba.

Me llevo a una esquina y me dijo

-ten cuidado con Víctor, el de tu clase no para de acercarse a ti y mirarte,

-Lo que tú digas gatito

-Ya sabes que lo digo por tu hermano-Se rio mirándome fijamente a los ojos directamente y me soltó

-¿Me guardarás un baile esta noche, peque?

-si salgo viva de aquí, dalo por hecho

-No bebas mucho-chillo de lejos de mientras que me fui corriendo

30 minutos después me empecé a sentir mareada y decidí sentarme un rato, los chicos se habían ido dentro a jugar al billar y, por lo tanto, estaba sola sentada en una esquina

Me puse a mirarme las manos, las tenía borrosas y dobles. 

Me levanté rápido y fui directa lo más rápido que pude, de lado a lado hacia los chicos

-¿A quién buscas?-me sobresalte

Alguien me cogió de la muñeca muy fuerte, me di la vuelta rápido y vi que era Víctor 

-¿Dónde crees que vas? 

-No te importa, suéltame- dije chillando

Me apretó más la muñeca y me agarro la otra para impedir que le pegase

-Estate quieta o será peor, princesa

Empecé a ver todo más borroso, sentía que ya no me aguantaba de pie. Retrocedí un poco, me tropecé y me caí al suelo de culo.

Las lágrimas se me empezaron a salir cuando me propino una patada en la pierna

-PARAAA, ¿qué quieres de mí?- dije con lágrimas saltándome de la cara

Se agachó, me cogió de los brazos, me levanto y con su pulsera me hizo un corte en el brazo, que rápidamente empezó a sangrar, era más o menos como un dedo de la mano de grande.

-LUNAAAAA- escuché que chillaba alguien a lo lejos

Víctor me lanzo al suelo con mucha fuerza y mi cabeza se golpeó contra el suelo haciendo que no me pudiese mover, solo permanecía quieta observando desde el suelo lo que pasaba, como aún estaba mareada, no puede ver claro todo, lo veía borroso