Hogar. Fernando Alonso finalmente tenía un lugar al cual llamar hogar. No era un departamento blanco sin personalidad. No era una casa que se sentía vacía. Era su hogar. El lugar al que podía llegar después de un día difícil. El lugar con sus fotos colgadas en las paredes. El lugar con sus flores y plantas favoritas. Era el lugar que le pertenecía, al que pertenecía.
Fernando Alonso se había retirado de la F1, pero a diferencia de sus compañeros, no había nadie esperándolo en casa. Nadie que lo abrazara por la noche, nadie que lo esperara, nadie que lo acompañara después de terminar su carrera.
Pero eso había cambiado. Muchas cosas habían cambiado en el último año. Ahora Fernando solo esperaba llegar a casa. Porque cuando caía la noche, podía ir a su cama y verlo a él. Lo tenía a él.
Lance Strulovitch. Jugador de hockey canadiense, unos 20 años menor que él, talentoso, perfecto a los ojos del ex piloto. Fernando no sabía si era el universo, lo que llaman destino. ¿Fue una casualidad? ¿O simplemente los astros se alinearon a su favor y lo llevaron a su vida?
Aún no encontraba alguna explicación para tal suerte, pero ahora lo tenía. No solo tenía a uno de los mejores deportistas de su edad, aquel que salía en revistas, en entrevistas, en alfombras rojas, aquel que las fans amaban. Fernando tenía a Lance, su Lancey. El chico sensible bajo el casco, el niño de casa que daría todo por su familia, al hijo y hermano, al hombre real. Al Lance que lo abrazaba en la cama hasta que fueran más de las 12:00 pm, al que besaba, al que amaba.
Ahora Fernando paseaba por su casa mirando las fotos que colgaban en aquellas paredes que alguna vez estuvieron vacías y ahora guardaban sus recuerdos más importantes.
Hay una en especial. Están ambos de espaldas, sentados en el vestuario después de un partido de Lance. Ambos llevan la camiseta de su equipo. Con un "Strulovitch" acompañado del 18, que era el número de su chico.
Esa fue la primera vez que decidieron aparecer públicamente. No fue una confirmación, no era el anuncio de su relación. Ellos simplemente estaban viviendo su relación. Ese día Fernando no era el dos veces campeón del mundo. Ese día estaba solo apoyando al amor de su vida, siendo el mayor fanático que el joven podría tener.
Fernando recuerda ese día como uno de los más felices de su vida. Estar ahí era felicidad, comodidad, pero sobre todo, orgullo. Fernando era la persona más orgullosa cuando se trataba de Lance. Estaba orgulloso de él, de su carrera, de la persona y el profesional que era.
- ¿Estás viajando en el tiempo? - Estaba tan ensimismado en los recuerdos que ni siquiera lo había escuchado entrar.
- Algo así, recordar los momentos en estas fotos es como hacerlo - Dijo acercándose para abrazar al más joven - No había escuchado que llegaste, ¿cómo está todo?
- Espero que esos recuerdos valgan totalmente la pena. Y todo está bien, ¿cómo han sido tus días de descanso, campeón?
- Descanso mucho mejor desde que te tengo, campeón.
- Entonces vamos. También necesito un descanso y mucho mejor si te tengo a mi lado.
Esta era la parte favorita del día de ambos. El momento en el que Lance llegaba de practicar y podían simplemente perderse en el otro.
Ambos se sentían plenos. Completos. Pase lo que pase, estarían acompañándose mutuamente. Fernando Alonso nunca volvería a sentirse solo. Lance Strulovitch nunca volvería a dudar de merecer amar.
Ambos habían tenido momentos difíciles en sus vidas. Ambos habían estado alejados del amor, de amar, de sentirse amados. Pero ahora se tenían. Fernando amaba, ama y amaría a Lance con su cuerpo y alma. Lance se entregó, entrega y entregará en carne y hueso a Fernando.
La gente hablaba, hablaba bastante. Críticas a Lance, sobre cómo el ex piloto era demasiado para él, cómo pasó de ser un campeón mundial a ser un fanático en las gradas. Críticas a Fernando de cómo el canadiense era un niño, de cómo lo estaría estancando a él y al futuro brillante que tenía por delante.
Pero el mundo podría estar acabando y ellos estarían bien juntos. Lance sabía quién era Fernando, amaba verlo en las gradas apoyándolo, pero él también fue y será el mayor fanático del dos veces campeón. Fernando era consciente de su edad, pero era totalmente lo contrario. Él haría todo lo que estuviera en sus manos para ayudar a Lance a impulsar su carrera.
•
"They said the end is coming
Everyone's up to something
I find myself running home to your sweet nothings
Outside, they're push and shoving
You're in the kitchen humming
All that you ever wanted from me was sweet nothing"- Espero que cualquier persona que se haya dado una vuelta por aquí no se llevara una decepción o algo. Traté de hacer lo mejor que pude, o lo que venía a mi cabeza, pero pues eso.
ESTÁS LEYENDO
HOGAR - Strollonso
FanfictionLance Strulovitch, jugador de los New York Islanders. Fernando Alonso, ex piloto de F1. ¿Quién pensaría que después de sus respectivas vidas y responsabilidades, ambos iban al mismo lugar al que llamaban hogar?