𝕬𝖕𝖆𝖈𝖍𝖊

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Me llamo Alondra Martínez y tengo 16 años. Soy de Fuerte Apache, un pueblo Argentino, y ya les digo yo que no quieren venir. Acá se trata de no caer en las drogas, no morir en la noche o en el día por un balazo... En resumen, se trata de sobrevivir.

Mi hermano es Carlos, aún que yo prefiero llamarle pelotudo, a veces se me olvida su nombre real.

El muy pelotudo se junta con un chico un tanto más mayor que yo, Danilo, Dani también es boludo, pero como acá hay muy poca gente que me caiga bien, me toca sobrevivir con ellos.

Dani es un tanto bello, pero no como para enamorarme, creo.

Mi sueño es cumplir los 18 y así poder irme de esta porquería de pueblo que ya me tiene hasta las bolas.

Yo y el pelotudo de mi hermano estábamos en la azotea de un edificio esperando a Danilo, cuando llegó de la nada asustándome

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Yo y el pelotudo de mi hermano estábamos en la azotea de un edificio esperando a Danilo, cuando llegó de la nada asustándome.

—¿Vos no podés ser más boludo?

Río y se puso a ver al exterior con mi hermano.

Yo estaba viendo y escuchando lo que decían sentada en el suelo, mientras me mordía las uñas y la carne de su alrededor.

—Ese cachucha es re pajero.—dijo Danilo mirando a un señor.—El chabón fue y les mostró la poronga a unas pibas, re atrevido igual, yo le prendería fuego por enfermo.

Mi hermano se preparaba para escupirle pero me levanté y le aparté.

—Andá y dejálo, ya es mayor.—agarró a mi hermano y lo puso de su hermano.

—Cuidado que lo tirás gil.

Danilo le empezó a explicar a mi hermano como escupirle.

Empezaron a tirar saliva hasta que Danilo le gritó.—¡Cachucha!

Se volteó a mirarlos hacia arriba y cuando les estaba regañando Danilo le escupió en el ojo.

—¡Les voy a prender fuego!

—Fuego les voy a prender yo por andar haciendo estas cosas cuando yo estoy acá...—susurré para mi, pero Danilo me escuchó y me pegó levemente en la cabeza.

—Pelotudo vení acá si tenés pelotas.

Empezamos a pelear hasta que escuchamos al boludo de mi hermano reír.—Dejen de pelear parejita de mierda.

Toda la diversión acabó cuando escuchamos un disparo, así que mejor fuimos a nuestras casas.

Desperté, fui a clases y sonó el timbre, no pasó nada interesante, más que los maestros regañando a Danilo.

Mi hermano estaba platicando con una pibita y decidí verlos, hasta que el viejo de la muchachita la vino a buscar.

El boludo salió así que le agarre por la espalda y le hable solo lo que vi.

𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 | Danilo SánchezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora