Miu Diaries ౨ৎ FAKE KGROUP . OC

3. El otro trainee ♡

[warning] @buso s3xual, pánico, fobias, trauma. ⚠️ nada de esto está romantizado, son experiencias personales. no leer con otras intenciones.⚠️

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dos días después de que el anuncio de mi debut resonara en mis oídos como un eco de esperanza nueva, me desperté en el día que había estado esperando con toda mi ansiedad y emoción. el corazón me había estado latiendo en la garganta durante las noches anteriores, como si estuviera intentando escapar de la prisión de mi pecho, y ahora, en este día crucial, apenas me sentía lista para enfrentar lo que viniera. la reunión en hybe insight era el objetivo principal de mi día, y eso se convertía en demasiada presión. estaba dispuesta a hacer una buena impresión, pero no tenía la idea exacta de cómo hacerlo.

puedo darme cuenta. esta conferencia, sin duda, es otro contrato para los ejecutivos millonarios que se empiezan a sentar alrededor de la mesa, pero para mí, es algo mucho más significativo. es el contrato de mi vida, el momento en que mi sueño se puede realizar. mi sentimiento de determinación está ahí, y aún así, mi cuerpo no puede dejar de tensionarse. las luces de la sala de conferencia están brillando como faros gigantes en la noche, iluminando el espacio con una intensidad que parece casi palpable.

yo me senté en una esquina de la gran mesa, con una taza de té caliente entre mis manos, sintiendo el calor que emana de ella como un abrazo reconfortante. los rostros que me rodean parecen borrosos y efímeros, como hojas arrastradas por el viento, y cada sonrisa, cada palabra, es un eco en mi cabeza que parece resonar sin cesar.
no puedo mirar de manera propia a los ojos de nadie, como si el miedo a la conexión, a la vulnerabilidad, me hubiera robado la capacidad de establecer un vínculo genuino con los demás.

los directores ejecutivos de las diversas empresas están reunidos alrededor de la impecable mesa de caoba, sus rostros serios y concentrados, mientras que yo me siento como una pequeña parte de un engranaje mucho más grande, un engranaje que parece girar sin cesar, sin importarle mi presencia o mi ausencia. y en el extremo opuesto de la mesa, un joven se encuentra en una posición similar a la mía, su expresión muy tiesa, como si estuviera intentando descifrar el código secreto de la reunión. estoy suponiendo que es un trainee, al igual que yo, y aunque no me atrevo a mirarlo directamente, sé que tiene el mismo lenguaje corporal nervioso, como si estuviera a solo un paso de firmar un contrato que podría cambiar su vida para siempre.

tal vez estará en el mismo grupo que yo.

ese pensamiento se siente como un torbellino en mi interior, un nudo que se aprieta en mi estómago, como si el miedo a lo desconocido, a las expectativas, a la vulnerabilidad, estuviera intentando sofocarme. así que intento desconectarme de todo.
aunque este día en corea figura entre los mejores que he experimentado desde mi llegada, me resulta arduo mantenerme completamente presente, como si la desrealización, a veces, se convirtiera en mi aliada, impidiendo que el pánico resurgiera al enfrentarme a nuevas personas.

sí, le temo profundamente a la posibilidad de conocer a otros individuos y permitirles entrar en mi vida, especialmente cuando se trata de hombres. entre las múltiples inestabilidades que me han marcado, he desarrollado una fobia específica hacia ellos, una fobia que se convirtió en una parte integral de mi ser. aunque pude recibir tratamiento mientras residía un tiempo en estados unidos, permitiéndome interactuar nuevamente con hombres, la ansiedad y el miedo siguen ahí, como sombras inquietantes que parecen seguirme a todas partes.

y mi ansiedad social, en su constante zumbido, se suma a la carga, convirtiendo cada encuentro en un campo minado de emociones. mi temor a lo desconocido, a las expectativas, a la vulnerabilidad, también se va entrelazando con la esperanza de que quizás esta vez será diferente. pero el miedo es tan fuerte que me voy debatiendo entre la necesidad de conectar con otros seres humanos y la urgencia de protegerme.
una parte de mí siempre está anclada a las calles empedradas de los alrededores de aquel edificio, inquieta y temerosa, en los crueles recuerdos que se repiten.