Viktor suspiró pesadamente mientras estiraba su cuerpo, había sido un vuelo muy largo hasta llegar a aquel pequeño pueblo en medio de la nada a Japón. El aeropuerto se encontraba semi vacío, todas aquellas personas se encontraban con un maletín en mano y la cara metida en el celular haciendo que su presencia fuera completamente invisible.
-patético- suspiró el alfa para sus adentros y chasqueo la lengua
Comenzó a caminar hacia la salida con pereza mientras en su mente maldecía a yakov, su entrenador, por mandarlo a un pueblo japonés por "vacaciones", aunque también se repetía constantemente que solo sería un mes, solo necesitaba aguantar un mes en ese lugar, probaría las aguas termales y practicaría su próxima rutina en la pista de hielo local, ojalá fuera lo suficientemente grande para poder usarla y que también no hubiera tantas personas ahí, no quería que un beta lo hiciera tropezar.
Al fin, saliendo del aeropuerto tomó un taxi y este lo comenzó a llevar al hotel más lujoso de aquel lugar, mientras tanto Viktor solo observaba muy poco curioso el lugar, había una playa, varios lugares extraños japoneses y muy pocas personas.
Había llegado ahí gracias a un pequeño altercado sucedido en Rusia. Solo eran unas noches de copas y fiestas pero al parecer el gritar "no me toques maldito beta soy el puto nikiforov" frente a la prensa causa que entres en un conflicto nacional y ahora hay que limpiar tu imagen; volvió a suspirar pesadamente y bufó, solo había cometido un error en 24 años, tal vez el alcohol, las luces de los flashes de las cámaras, la gente que adulaba su nombre solo para recibir una mirada de él, el omega que traía tomado de la cintura, todo eso, había echo que se exaltara cuando un simple muchacho beta había tropezado mientras intentaba salir de aquel lugar.
El taxi paró justo frente una residencia un poco tradicionalista, no se veía mal, un jardín estilo japonés con una fuente adornaban la entrada de madera. Tomó sus maletas y entró a la recepción siendo recibida por una señora regordeta omega, era tierna, la mayor sonrió ampliamente ante su presencia y lo registró rápidamente.
-es usted muy guapo jovencito, incluso se me hace conocido, pero no lo creo, alguien tan vieja como yo no podría conocer a alguien tan joven como usted- comentó la señora mientras rellenaba algunos papeles
Viktor sonrió de medio lado, era una señora muy cálida, incluso sus fermonas olían a frescura primaveral, lo hacían sentir calmado.
-muchas gracias- comentó Viktor ante el alago y después tomó las llaves de su habitación- disculpe, sabe dónde queda la pista de hielo?- preguntó curioso a la señora
Está asintió alegre y después le mostró un pequeño mapa que tenía en el loby, un mapa del lugar. Viktor lo observó notando que podía llegar ahí en bicicleta en cuestión de 15 minutos, sonrió ampliamente y se adelantó a su habitación, era pequeña, una cama, un espejo y tocador y un baño, sencillo, rústico, rupestre.
-este es su cuarto, los horarios de las comidas están aquí en la puerta y las aguas termales están abiertas hasta la media noche- comentó la señora sonriente para después dar la media vuelta e irse
Viktor chasqueo la lengua, en serio no podía conseguir algo un poco más decente que eso?.
Se arregló listo para ir, unos pants deportivos negros y una camiseta igual color negra, hacía que la blancura de su piel y su cabello resaltara más mientras la luz del sol mañanera golpeaba su piel, hacia un poco de frío pero nada de lo que no estuviera acostumbrado. Salió y tomó una de las bicicletas de la residencia mientras comenzaba su camino para el lugar, la costa era tranquila, las olas del mar golpeaban suavemente la arena causando un relajante sonido en su rutina de calentamiento, era tranquilo, diferente a su ciudad.
Llego al lugar y se dispuso a entrar, estaba completamente vacío, solitario, era curioso, rápidamente se acercó a la barra principal intentando observar quién atendía.
-hola?- vociferó curioso
Dio un salto cuando detrás de los patines salió una chica corriendo hacia la barra principal, era linda, cuerpo pequeño y facciones finas, aunque se podía oler desde lejos que era una alfa.
-buenos días, bienvenido al ice castle, mi nombre en yuko, en que puedo ayudarle?- preguntó la joven animada mientras ofrecía su mano al mayor
-emm hola, soy viktor....quisiera saber cuánto sería por acceso ilimitado?- preguntó viktor nervioso tomando la mano de la otra alfa sonriente
-Viktor, que buen nombre, suena como el del patinador ruso Viktor Niki...forov- mencionó nerviosa la alfa para después mirar a los ojos a aquel alto hombre
La chica soltó un gran grito mientras observaba a Viktor el cual sonreía nerviosamente ante su reacción, claro que lo tendrían que reconocer incluso en un pueblo como este.
-señor nikiforov, es un honor, usted puede tener un acceso ilimitado por 1064 ¥- comentó la chica nerviosa
Viktor sonrió amablemente y asintió, dio el dinero y después tomó paso hacia dentro lugar listo para ponerse sus patines y comenzar a patinar.
El hielo no se sentía mal, era cálido, cómodo, era incluso bueno el echo que no hubiese nadie, tal vez solo estaría ahí un par de horas y después se dirigiría a tomar el desayuno y encerrarse en su habitación el resto del día. Claro que ese era el plan hasta que algo captó su atención, alguien que hizo que parara su entrenamiento y lo mirara, un omega de cabellos negros que se encontraba apenas entrando por aquel lugar.
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Como si fuera la primera vez
FanfictionEl es un omega que siempre cree que es el 06 de noviembre del 2017, esperando a que pronto sea su primer grand prix. El es un alfa y patinador reconocido, afamado pero aburrido de su vida. Después de un gran problema Viktor es mandado a Japón, a una...