Entre susurros de la noche,
el dolor se hace canto,
y en cada verso roto,
se halla un amor quebranto.
Las lágrimas derramadas
son un fiel testamento,
del corazón herido,
en su eterno tormento.
Pero en el quebranto
yace un rincón de alivio,
donde el alma encuentra
paz en su propio desvarío.
Así en el vaivén del tiempo,
el quebranto es compañero,
que nos enseña en la oscuridad,
a encontrar el sendero.
Y aunque el dolor persista,
y el llanto sea largo,
en el quebranto hallamos
fuerza, para seguir el fardo.
©
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Quebranto
RandomEn un mundo sumido en la oscuridad, donde las sombras danzan en cada rincón y el desespero se palpa en el aire, una joven desposeída de su hogar y sus seres queridos se enfrenta a la adversidad con valentía. Envuelta en el quebranto de la pérdida y...
