Capitulo I

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Narra Sunny

Hoy, 15 de junio del 2022, es sábado por la mañana. Despierto junto a mamá y papá, pues la noche anterior tuvimos una noche de películas junto a mis hermanos, solo que ellos se despertaron más temprano para preparar el desayuno.

Me despierto debido a los ruidos de los pasos de Máxine y Austin aproximándose a la habitación, en sus manos traían unas bandejas con fruta, café, jugo y tostadas; íbamos a desayunar todos en cama de papá y mamá, era muy espaciosa la verdad, cabíamos todos sin problema.

Después de un buen desayuno lleno de risas y besos, mamá y papá empezaron a alistarse, dijeron que tenían que salir a hacer unos trámites muy importantes. Desde hace días están muy ocupados con tantos trámites, mis hermanos y yo supusimos que se trataban de sus pacientes, pues como eran doctores, aparte de las operaciones, tenían que hacer mucho papeleo; solo que no nos esperábamos la gran noticia que nos tenían en el futuro.

Después de ordenar la cama de mamá y papá, bajé a la cocina para organizar todo, como Maxine ya había cocinado y Austin le había ayudado, entonces me tocaba a mi ordenar todo mientras ellos limpiaban el resto de la casa.

Al terminar todas nuestras actividades, mis hermanos y yo subimos a bañarnos y cambiarnos para estar más cómodos en casa. Yo me dirigí a mi habitación, me duché y vestí rápido, al terminar entra Maxine pidiendo mi DNI, dijo que papá había llamado a casa pidiendo que le llevemos los documentos de identificación de todos, que los necesitaba, me pareció sospechoso pero no le di importancia, se lo entregué a Maxine quien iba a ir a entregarlos, le pregunté si podía acompañarla pero se negó, porque si nos íbamos las dos, Austin se quedaba solo en casa y pues iba a ser muy peligroso.
Maxine salió y yo me quedé con Austin, ambos nos quedamos a mirar películas hasta que nuestra hermana y padres regresaran.

La hora pasó muy rápido, ya era momento de almorzar, iba a llamar a mamá preguntando que comeríamos hasta que tocaron el timbre, salí a abrir la puerta y era Maxine, quien nos llevaría al restaurante donde se encontraban nuestras padres, pues almorzaríamos en la calle.

Con un grito llamé a Austin, agarré las llaves que estaban al costado de la puerta y salimos, fuimos en motocarro, esa era la movilidad popular de Iquitos, además que nuestros padres se habían llevado el carro.

Llegamos al restaurante, cada uno pidió lo que más se le antojaba, era un restaurante muy variado, había de todo. A mitad del almuerzo, todo iba normal, hasta que papá empezó a hablar, en un tono muy serio que me preocupó, pensé que pasaba algo de malo pues él y mamá se miraban mucho y se hacían muecas. Después de tantos rodeos, finalmente mamá fue quien dio la noticia, no era nada más ni nada menos que "MUDARNOS".

–Hace meses recibimos una gran propuesta de regresar a Atlanta, nos propusieron trabajar en uno de los mejores hospitales de la ciudad.– mamá se puso un poco nerviosa– Aquella propuesta lo pensamos mucho, pues nos encanta Perú, amamos vivir en Iquitos, además que aquí ustedes tienen sus amigos, esta es su cultura, aquí ustedes nacieron y se hicieron parte de este país.– soltó la noticia como un baldazo de agua

Maxine, Austin y yo solo nos quedamos mirandolos, no emitíamos ninguna palabra.

–Como dijo su madre, aquella propuesta la hemos pensado mucho pero ya tomamos una decisión.– papá tomó la mano de mamá– Desde hace semanas ustedes nos veían muy ocupados con demasiado papeleo, eran todos aquellos trámites que teníamos que realizar para poder irnos todos de manera legal y continuar con nuestro trabajo y sus estudios...–

–Entonces ¿eso quiere decir que nos vamos?.–interrumpió Austin.

–Sí hijo.– dijo papá entre un suspiro –Sé que esto es algo muy repentino y que es un gran cambio para la vida de ustedes, pero vean el lado bueno, allá tendrán más oportunidades de estudio, harán más amigos, todos practicaran mejor su inglés. – añadió pero de manera muy rápida, estaba nervioso ante nuestra reacción, pues solo estábamos en silencio, un silencio muy incómodo para ser sincera.

Miré a mis hermanos y solté una leve sonrisa a la cual ellos asintieron, seguidamente sostuve la mano de papá, para brindarle calma.

–No te preocupes pa, nosotros entendemos, claro que la noticia nos toma por sorpresa, pero sabemos que esta decisión la han tomado pensando en el bienestar de toda la familia, así que si tenemos que irnos, nos iremos.– expresé.

–Si, no hay problema, puedo hacer muchos más amigos en Estados Unidos, tal vez a ellos si les guste las películas de Marvel tanto como a mi. – dijo Austin colocando su manito encima mío y la de papá.

–Claro, yo puedo seguir comunicándome con mis mejores amigas por videollamada o mensajes, sabes que la tecnología avanza y el contacto no lo perderemos, además que puedo venir cada cierto tiempo a visitarlos.– Maxine sonrió e imitó la acción de Austin.

–¿Enserio?. –cuestionó mamá sorprendida– ¿No están enojados ni nada? Pensábamos que su reacción iba a ser diferente. –miró a papá.

–Claro que estamos un poquito sorprendidos ante la noticia, pero siempre hay que mirar el lado amable de las cosas, ¿no es cierto papá?.–expresé mirando a papá mientras arrugaba la nariz y el me devolvía el gesto soltando una sonrisa.

–Por su puesto mi princesa.–dijo papá muy feliz

–Ahh.–mamá soltó un grito y una risa de emoción–Ves Zion, te dije que nuestros hijos entenderían.–exclamó mientras se ponía de pie para darnos un beso en la frente a todo.

–Claro que sí mi querida esposa, pero hay un pequeñito detalle que no les hemos dicho. –expresó papá cambiando rápidamente de expresión

Mamá volvió a sentarse y su semblante se tornó serio nuevamente

–¿Cuál?.–preguntó Austin.

Mamá resopló y se acomodó el cabello nerviosa para poder expresar lo siguiente:

–El viaje es en 15 días, osea qué viajamos el 30 de junio.

–¿QUÉ?.– gritamos los tres hermanos a una sola voz.

Papá y mamá solo soltaron una risa incómoda.

–Bueno, ¿no es para alarmarse no? Solo queda disfrutar estos últimos días con nuestros amigos y empacar maletas, nada importante.– dijo Maxine en un tono exaltado pero calmado, Austin y yo volvimos a quedarnos en silencio, sorprendidos.

–Mejor terminamos de almorzar y después ya vemos lo de las despedidas y maletas ¿no creen?. – propuso papá como para romper la tensión.

–Estoy de acuerdo contigo amor, comamos niños.–mamá apoyó aquella idea.

El resto del almuerzo concurrió normal y muy ameno, la verdad amo mucho a mi familia, somos muy unidos y este momento lo demuestra, pues no hubo discusión ante la situación presentada.

Mi morena - Javon WaltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora