Parte 3

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El beso se alargó más de lo que esperaba, yo tenía los brazos rodeando el cuello de Louis, y él tenía una mano en mi cara.

Con la otra empezó a acariciar mi cuerpo desde el cuello hasta que llegó a los pantalones. Sigió bajando, y de un momento a otro, estaba tocando mi vagina.

-Louis...no... -dije gimiendo.

Él hizo como que no me había oído; desabrochó lentamente el pantalón, y lo tiró al suelo.

Empezó a lamer mi ropa interior, yo no me podía aguantar los gemidos.

-Louis...esto no está bien...

-Pero si estás disfrutando.

-Ya, aunque yo... me voy a casar.. y..

-¿Y? ¿Acaso no sientes algo por mí?

-Claro, pero Liam...

Me calló con otro beso. Nos quitamos toda la ropa, y mientras seguíamos besándonos, él me estaba penetrando.

Cuando acabamos, salieron unas lágrimas de mis ojos, no creía haber traicionado a Liam.

-¿Pasa algo?

-Ya lo sabes, Louis. No debería haberme acostado contigo. Me ha encantado, pero estoy a punto de casarme.

-Comprendo... - Louis parecía triste.

-Voy a hablar con Liam. Si quiere volver con los planes de la boda, tú y yo seguiremos caminos distintos, y haremos como si nunca hubiera pasado nada entre nosotros. Pero si se arrepiente, volveré contigo.

-Me parece bien.

Pasaron unos segundos de incómodo silencio, hasta que habló.

-¿Me darías un último beso?

-Vale -su perfecta sonrisa volvió.

Me dirigí a mi casa. No sabía si me iba a esperar el Liam de siempre o el Liam borracho y agresivo.

Llamé al timbre, y me recibió, en silencio. Pasé y me abrazó, no lo esperaba, y le correspondí.

-Lo siento, preciosa. Anoche te dije cosas horribles, yo no quería. Cuando me di cuenta, tú ya no estabas aquí. Pensaba que no ibas a volver, y casi entro en una depresión.

Al oir esas palabras, me sentí muy culpable. Yo acostándome con Louis y Liam preguntándose dónde estaba.

-Perdón, Liam, perdón -dije apoyando mi cara en su hombro.

-Eh.. tampoco es para tanto, ni que te hubieras acostado con alguien.

Lo miré a los ojos, con tristeza, y él comprendió.

-Al menos dime quién es -estaba empezando a llorar, nunca le había visto hacer eso. Se me partió el corazón.

-No lo conoces, pero aun así no ha significado nada para mí. Te lo juro. Mientras estuve allí no dejé de pensar en tí.

-No sé si creerte... -miraba al suelo, cabizbajo, se sentía traicionado.

-Lo más importante de mi vida eres tú, Liam. No podría vivir sin tí -le levanté la cara con la mano y vi sus ojos de cachorrito, mirándome con tristeza-. Si no te quisiera, nunca habría vuelto.

-No creo que pueda olvidar este día nunca.

-Ni yo, créeme.

Subimos a la habitación, en silencio.

-¿Aún me amas? -preguntó Liam.

-Más que a nada en esta vida.

Le besé suavemente, fue un beso corto, de perdón.

-¿Vas a verle algún día más?

-No, Liam. Yo soy sólo tuya.

Se formó una media sonrisa en su cara, la más preciosa que había visto en mi vida. En mi cara también se formó otra.

No hicieron falta más palabras. Liam me abrazó, y me besó, y yo me sentí como en una nube.


Fui a ducharme, y al salir Liam estaba cocinando.

-¿Qué haces?

-Pollo al horno. Espero que te guste.

-Me gustará, pero no tanto como tú -me puse detrás suya, abrazándole, y le dí un beso.

Justo entonces llamaron al timbre, y fui a abrir. Fue algo inesperado volver a encontrármelo.

-Hola.

-Ho..hola Louis. ¿Qué haces tú por aquí?

-He venido a traerte algo. Te dejaste un carnet en la habitación, y en él ponía tu dirección, asi que vine a devolvértelo -lo sacó de su bolsillo, al dármelo puso otra mano bajo la mía, quedando mi mano en medio de otras dos.

-¿Te lo has pensado?

-Sí, Louis, yo...

Entonces apareció Liam, justo detrás de mí. Louis me soltó la mano.

-Hola, soy Liam. ¿Te conozco?

-Me temo que sí -dije.

-Me llamo Louis. He venido a devolverle algo a su futura mujer. Ya me voy.

Liam estaba serio, pero tranquilo. Me agarré a su brazo y entramos a la casa.

-Liam, de verdad lo siento. No sabes cuánto.

-No pasa nada, ya lo arreglamos. No pienses más en eso, sólo va a ser peor.

-Tienes razón.

-Lo importante es que me sigues amando, y yo también -nos dimos un largo beso.

El marido perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora