¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Charles jamás se enamoró, al menos no por mucho tiempo, siempre fue el típico chico que salía con una y con otra, dejaba sus parejas, que rara vez eran estables para salir con otra mujer, no sabía estar solo.
así que pronto se encontró aburrido sin saber que hacer, para donde mirar, a pesar de que tenía su vida en la fórmula 1 donde estaba demasiado ocupado por ello en ocasiones no se permitía disfrutar por completo.
Su última relación fue con Charlotte hace más de tres años, en ese tiempo tuvo algunos "romances" "ligues" nada que llegase a algo más serio ya que Ferrari le exigía mucho, y tal vez porque el no podía estar con otra persona cuando solo pensaba en Carlos, no haría eso; aunque le dolía ver como este era feliz con su novia Isa.
Cuando Carlos entró a la escudería, creyó que no se llevarían muy bien gracias a ese carácter escondido del español, no fue así, desde los primeros meses la confianza entre ellos se afianzó mucho, pasaban horas y horas hablando, los primeros días de F1 y con el tiempo hablaron de cosas más privadas.
Charles notó que Carlos escondía algo, con esa sonrisa normalmente, un raro brillar inundaba sus ojos cuando Carlos veía al piloto de McLaren, entonces se encontró espiándolos algunas veces, jamás presenció algo más allá de la amistad que tenían los dos.
Entre dinámicas, risas, noches llenas de pláticas enormes, Charles se encontró encantado con su nuevo compañero de equipo.
Salieron algunas veces, corrieron de los "Fanáticos" que los molestaron un poco, jugaron, vieron partidos del Real Madrid a pesar de que él no entendía nada porque Carlos veía las transmisiones en español.
de pronto se encontraron tan juntos, tan cercanos que él no pudo evitar detenerse a verlo con lentitud, apreciar cada facción, cada emoción en el rostro del mayor y se sonrojaba con fuerza cuando Carlos lo descubría mirándolo.
Charles se sentía cómodo a su lado, podía quedarse dormido al lado de Carlos sin temer porque sabía que éste lo cuidaría.
Jamás imaginó hasta donde llegarían las cosas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.