The New SuperSons

Heridos

¡Aquí, el tercer capítulo! Esto iba a salir principalmente antes pero estuve ocupado ayudando aquí y haya, ahora mismo ando escribiendo el 4 y 5 en agosto 10 lo publicaré.

Disfruten, mapache se retira y los quiere.. excepto alguien que me hizo recordar lo de alfred 🦝💔 no, mentira, tqm.
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Dick y Jon estaban investigando el lugar donde había desaparecido aquel equipo, pero había un aire tenso entre ellos dos debido a la actitud de Jon hacia Alina. Jon se sentía mal; era la primera vez que explotaba de enojo, pero no justificaba traspasarlo hacia otra persona, y peor aún si era mucho menor que él. Batman castigaría a Damian y a Otho-Ra por su imprudencia de querer hacer todo por su cuenta. La mente de Jon era un desastre total, no podía pensar con claridad sin preocuparse por lo que podría haberle pasado a Damian y a sus hermanos menores.

—Wing, yo... —Jon quería decir algo para romper la tensión, pero era inútil; no encontraba las palabras adecuadas.

—Solo concéntrate en buscar una señal, Superman —La seriedad de Nightwing, aunque común en las misiones, en esta ocasión resultaba extraña y temerosa. Sentía tanto favor con solo oírlo y sabía que debía recompensar a Alina, quien no merecía ese trato. Su pequeña hermana y Robin merecían un castigo lo suficientemente fuerte como para que no patrullaran durante al menos un mes.

—Lo siento... —soltó Jon con el dolor a flor de piel, queriendo hacerle saber a Nightwing de su equivocación. Nightwing lo miró, y aquella mirada, a pesar del antifaz, estaba más calmada, reconociendo su arrepentimiento.

—Solo... no explotes tanto —dijo Nightwing, ahora más calmado y con un tono más animado que lo caracterizaba. Soltó el aire de sus pulmones, sintiéndose mejor ahora—. Eso sí, sabemos que los niños estarán en grandes problemas.

—Claro, de todos modos fue su terquedad lo que los llevó a esto —soltó Jon con una risita baja, misma risa que compartió con Nightwing.

—Habla Oracle, ¿tienen algo? —la voz de la primera y antigua Batgirl se oyó por el comunicador en su oído.

—No, pero siento que pronto tendremos algo —aseguró Nightwing. Jon, por su parte, había estado volando por el lugar tratando de localizar aunque sea un mínimo rastro, cualquier información servía para su búsqueda—. ¡Superman!

Jon, en cuestión de segundos, ya estaba al lado de Dick. La mirada del nuevo Hombre de Acero era de inquietud, esperando que su colega hubiera encontrado algo.

—Regresemos —dijo Nightwing, mostrando una capa y unas muestras de cabello—. No podemos hacer nada más aquí, llamaré a otro especialista... estamos lidiando con magia que nosotros no conocemos.

Superman soltó un gruñido, pero aceptó la orden sin replicar. No se vería bien hacer un berrinche ahora que era un casi adulto.

Damian y los gemelos estaban cerca de la salida, pero aún no se atrevían a salir. Se habían refugiado en un lugar apartado y, por así decirlo, seguro para que no los encontraran. Jon había quedado desmayado después de abrazar a Damian; el daño en su cuerpo era tan severo que sus fuerzas se habían agotado por completo, dejándolo en un estado crítico. Los gemelos no pudieron acercarse ni medio metro, pues Jon, incluso inconsciente, emitía una sensación de peligro que los mantenía alejados. Damian les ordenó que se mantuvieran a dos metros de distancia mientras él se encargaba de curar las heridas superficiales de Jon. Sus ropas estaban rasgadas, pero su cuerpo se iba curando muy lentamente.

—¿Ese es Jon? —preguntó uno de los gemelos. Ambos alienígenas estaban sentados lejos para evitar posibles daños al menor. Otho-Ra suspiró mientras apoyaba la cabeza contra la fría pared.