VEINTINUEVE

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— ¿Cómo está?

Yeonjun se acercó con mucha calma a su pequeño, mientras le limpiaba el abdomen y le acomodaba su polera, no eran buenos días para estar en la playa, el aire corría con demasiada fuerza y él temía que Beomgyu se enferme, así que lo mantenía con distintas poleras con diseños infantiles, esas que a su novio le encantaban tanto.

Besó la nariz del minino, quien solo se acurrucó en el pecho de Yeonjun, aunque él continuaba sin entender nada, solo obedecía las palabras de su amor porque sabía que luego le tocaban muchos besitos como recompensa.

—Está bien, el feto se encuentra bien, solo...

Amy cortó la oración, sentándose en una de las bancas que Yeonjun le había indicado antes que podía, no era la primera vez que hacían eso, de hecho era la segunda. Beomgyu acababa de cumplir cuatro semanas de embarazo, cuatro semanitas donde su estómago había crecido y Yeonjun no podía sentirse más como un novio y padre orgulloso, inflándosele el pecho cada que observaba al minino menear las orejas cuando se encontraba frente al espejo, seguro preguntándose la razón de su pancita grande.

— ¿Solo qué...? Amy, la última vez que viniste dijiste que tenías que confirmar algo hoy. Dime si algo le está pasando a Beomgyu o al bebé, por favor.

—No es nada malo, Yeonjun. El cuerpo de Beomgyu se ha adaptado excelentemente al cambio con un feto creciendo en su vientre, sin embargo, tienes que saber que el tamaño del feto no es el tamaño que debería tener cuando está cumpliendo apenas los veintiocho días.

— ¿Está muy pequeño? Beomgyu es un niño, es normal que lo esté ¿No?

—Ese es el problema. Está muy grande.

Amy soltó un suspiro, mientras sacaba del maletín una placa y le mostraba una fotografía de la ecografía anterior que le había sacado a Beomgyu, Yeonjun realmente no entendía mucho de esas cosas, sin embargo, a juzgar por ambos, sí era visible como en el estómago de Beomgyu se encontraba un bebé mucho más grande que en la placa del costado.

—Esas son dos ecografías de fetos a sus veintiún días. Como notarás, el de Beomgyu es considerablemente grande, además de que, confirmándolo con la ecografía de hoy, el bebé sigue creciendo más y más.

— ¿Qué significa eso?

— ¿Sabes cuánto dura el embarazo de un felino, Yeonjun?

...

—Hey, amor. ¿Cómo estás?

Yeonjun había terminado de lavar los platos donde Beomgyu y él habían comido. Estaba algo nervioso, así que más de una vez se había quedado quieto, dejando que el agua corra mientras su mente se llenaba de imágenes, de pensamientos, de ideas de cómo hablar con Beomgyu sobre todo lo que estaba ocurriendo, porque no era una tarea sencilla.

Después de haber terminado, subió las escaleras hasta la habitación que compartía con el minino y lo encontró ya con su pijama. Le había comprado un conjunto, un pijama blanco con pequeños ositos arcoíris y la parte superior en forma de camisa de manga larga, hasta con el cuello doblado. Bueno, todo eso más el agujero por donde salía la larga cola de su bebé, Beomgyu se veía tan adorable como absolutamente cualquier día, aunque Yeonjun pudo notar una diferencia: Lo veía mucho más radiante a cada segundo que pasaba.

— ¿Yeon? —Beomgyu alejó la mamadera de su boca, meneando las orejas mientras veía al mayor sentarse en la cama a su lado, así que automáticamente tomó lugar sobre su cuerpo, sentándose encima del regazo de Yeonjun, mientras este lo acurrucaba en sus brazos, peinando los rizos rebeldes que Beomgyu despeinada cada que se vestía, porque no importaba que esa pijama fuera con botones, de algún modo Beomgyu siempre se despeinaba, o también podía terminar colocando el botón en el agujero indebido, aunque esta vez no fue una de esas.

Neko Corporation (Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora