Slow Down [Jimsu][Adaptación]

04

                                         

                                           

Yoongi observaba el reloj en la mesita de noche de su habitación. Las manecillas se movían, demasiado lento para su gusto. Se estaba demorando mucho.

Cincuenta y siete, cincuenta y ocho, cincuenta y nueve... Doce de la noche.

8 de marzo. Era su cumpleaños, pero no cualquiera, su cumpleaños número dieciocho. Al fin, Yoongi dejaría de ser un niño. Maldita sea, ya pasaba a ser un hombre. Era mayor de edad.

Saltó en su cama por la alegría que le ocasionaba aquello. Solo había una cosa que le importaba sobre ser mayor de edad y eso era... ¡Qué nadie podría separarlo de Jimin!.

Ahora podían ser una pareja oficial. Aunque tuvieran una leve diferencia de edad. Eso no importaba, Yoongi ya no era más un niño. Ya no más. Ni su padre ni nadie podría apartarlo o impedirle estar con su hombre.

Y bueno la otra era que el mayor le había prometido como regalo, dejarle hacer lo que quisiera cuando estuvieran solos en la noche. Yoongi tenía una muy buena idea sobre lo que quería para ese día.

Se había esmerado comprando unas cositas para mostrarle a su Jimin, y otras para que su Jimin, usará.

Estaba demasiado emocionado por ese día y apenas comenzaba. Su teléfono sonando llamó su atención y supo de quién se trataba antes de tomarlo en sus manos.

Llamada entrante de: Daddy Jimin

Sin pensarlo dos veces deslizó la pantalla aceptando la llamada. Una sonrisa se plasmó en su rostro al instante.

──Bebé bonito. 

──Jimin.

──Felicidades mi amor precioso.

Sonriendo como tonto, Yoongi suspiró de felicidad. Se había acordado, no solo eso. Sabía que su mayor había tenido un día cansado. Aún así, se despertó para felicitarlo. Su corazón latía acelerado de felicidad en su pecho.

──Gracias Jimin.

──¿Estás despierto amor?.

──Yo... no podía dormir.

──Bebé bonito y eso porqué. Estabas esperando algo acaso?

Insinuó con voz seductora. Yoongi no pudo evitar reír.

──No sé, tal vez sí, tal vez no. Nadie sabe. Además, que se supone que esperaría.

──Tal vez alguna llamada de un novio.

──Bueno, mi novio ha sido el primero en llamarme para felicitarme.

──Vaya, al parecer tienes un novio muy atento.

──Sí, tengo el mejor novio del mundo.

Se escuchó su risa ronca del otro lado de línea.

──Supongo que debe quererte mucho.

──Estoy seguro de que lo hace. Yo también lo amo mucho. 

──¿Lo amas?

──Sí, lo amo muchísimo. 

──Yo también te amo bebé.

──También lo sé.

──Ajajaja este niño. Demonio es lo que eres.
Solo quería decirte que te amo bebé y que tendrás el día más lindo de tu vida. Te lo aseguro. Además, ya podemos...