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Rayos de Luna llena se asomaban desde lo alto, iluminando la noche oscuro como era habitual, se escucharon pequeñas pisadas a lo lejos junto con un fuerte viento que se hicieron notar mientras su intensidad aumentaba, ser encapuchado de verde oscuro, solo era revelado por el ruido de sus pisadas al caminar pues parecía casi camuflado entre el follaje. Poso sus ojos verde oscuro en unas escaleras de piedra frente a el y casi como si el viento lo empujara hacia adelante subió por ellas con la misma rapidez que el viento en la tormenta, sin mucha dificultad se hacia paso y una vez que llego a la cima el par de puertas parecieron quebrarse hacia atrás de forma poco natural dejando entrar una fuerte ráfaga de viento poco usual, dentro se encontraba un hombre de cabello rubio, sentado, como si hubiera podido sentir la presencia del invitado desde hace kilómetros, preparándose para su llegada—..Morro..— dijo en voz baja casi desconociéndolo—  A pasado tiempo.. Ex Maestro— recalco estas ultimas palabras con un tono burlón— Que te a traído de vuelta al Monasterio.. Morro.. A pasado mucho tiempo— se paro firme golpeando su bastón con el suelo y aunque sus ojos reflejaban añoranza de los viejos tiempos no se dejaría intimidar por el— Como te había dicho, regresaría cuando encontrara la tumba de tu padre, el primer Maestro del Spinjitzu— dijo esto con una sonrisa y desenvainando su espada, esto puso en alerta al mayor quien tomo su bastón como única arma— Es gracioso pensar que... luego de 5 años... podría descubrir finalmente que la forma de llegar siempre estuvo aquí, en el monasterio.. en el bastón de tu padre—gruño y sin dejarle casi oportunidad para procesarlo se lanzo encima suyo siendo empujado por el viento sacando otra espada, el contrario bloqueo el ataque con su bastón dándose cuanta que usaba ambas espadas se encontraban al revés, un descuido mortal si se tratara de un verdadero enemigo pero era consiente que no seria capaz de hacerle daño. Compartieron una fría mirada junto con un forcejeo que duro unos cuantos segundos hasta que ambos se separaron— No es realmente sabio arriesgarse de esa forma— comenta a lo cual Morro solo respondió con una media sonrisa y algunas risas casi para si mismo— No pensabas que dañaría a propósito el bastón no? es mi única forma de demostrar que aun puedo ser el Ninja verde, el destino se equivoco conmigo....—al terminar la oración volvió a chochar sus espadas contra el bastón haciendo retroceder a su ex maestro— Ya ríndete Wu, sabes que no quiero dañarte— su tono arrogante se hacia notar nuevamente, tal y como hace muchos años— Pero sabes que es mi destino, así que si tengo que hacerlo...!...¡Lo hare!—en ese pequeño instante volteo sus espadas  dejando a relucir un par de espadas realmente filosas frente al rubio, sus ojos observaron el reflejo de Morro en ambas de sus espadas haciéndole recobrar algunos recuerdos de hace unos cuantos años, el pelinegro noto la distracción y sin dudarlo se dejo llevar por el viento hasta la pelea, empujando el bastón a un lado y acercando ambas espadas a la garganta como amenaza— Morro.. por favor...—suplico con los ojos reflejando al aun encapuchado Morro, apenas y se le notaba el rostro pero era tan claro para el—...No tienes que hacer esto.... no tienes que demostrarme nada.. tu.. siempre fuiste como un hijo para mi yo.. nunca quise que esto pasara..— no pudo contener más sus palabras viendo a su alumno de esa forma, quería poder volver al pasado y cambiarlo todo, haber sido un mejor Maestro para el.. un.. mejor Padre, el que nunca había podido tener—..¡No crees que es muy tarde para eso..!—siguió amenazando con ambas espadas poniendo una cara furiosa ante sus palabras que aun después de todo punzaban su corazón—Siento... si es demasiado tarde, todo esto siempre será mi culpa.. Morro.. nunca te echaría la culpa por mis acciones...por favor.. piensa en lo que estas haciendo....—dio un suspiro algo tenso al sentir la mirada de Morro sobre el. Hubo un profundo silencio en el ambiente aunque los pensamientos de confusión y dolor seguían atormentando a ambos, Morro casi sin notarlo dejo caer una de sus espadas sintiendo que su cuerpo se alivianaba cada segundo pasando de estar tenso a una posición más vulnerable a cualquier ataque, pero confió en sus palabras y reflexiono aun con una espada amenazando casi sin ser consiente de su entorno, solo perdido en sus pensamientos de su juventud, antes de saber siquiera que seria maestro del viento. El momento fue interrumpido por un sonido metálico siendo  arrastrado por el suelo, ninguno lo noto, estaban demasiado perdidos en sus propias realidades en ese momento— !Hermano! ¡Cuidado!—se escucho una voz ronca desde la puerta  junto con pisadas que se dirigían a ambos lo cual pareció darles un balde de agua fría de realidad a ambos, Morro volteo hacia la puerta instintivamente junto con una ráfaga de viento casi imperceptible debido su momento vulnerable que había logrado salir de si  era poca la realidad que manejada en esos momentos y no fue capaz de descifrar lo que pasaría a continuación. Casi sin notarlo su respiración se sentía tan pesada como enromes rocas, ambas piernas le pesaron terriblemente y se dejo caer en el suelo, cayendo de rodillas, tembló unos cuantos segundos sobre si mismo y miro sus manos horrorizado, nunca había tenido tanto miedo, logro distinguir un gran charco de sangre debajo suyo, la pieza metálica que le atravesaba dejo escurrir unas cuantas gotas rubí antes de ser retirada casi igual de dolorosamente, no debió confiar en su palabra,  los ruidos a su alrededor se empezaron a escuchar cada vez más bajos, sin duda era su fin,  su mirada se oscurecía pero se encontraba peleando por mantenerse con vida, sus brazos flaquearon por ultima vez dejándose caer por completo en el claro para finalmente cerrar los ojos como ultima voluntad de su dolor.

»🌓¦NINJAGO: 𝐄𝐥 𝐋𝐨𝐛𝐨 𝐑𝐨𝐣𝐨 (𝘼𝙐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora