~The Party~

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Solo iba a ir a una fiesta con su grupo de amigos, Tachihara, Higuchi, Akutagawa y Gin. Nada más debía de pasar, solo beber y divertirse. Distraerse de la vida universitaria y todos los dolores de cabeza que eso implicaba.

No pensó terminar así...

-¡¡Aahh!! ¡Ca-carajo! Mm...-

Todo iba normal, se había vestido con una camisa color granate, era algo abierta por los primeros botones de arriba y las mangas arremangadas; tenía un pantalón negro de cintura alta con algunas rasgaduras en blanco para no parecer tan formal; un cinturón negro que resaltaba su cintura, además de que la camisa estaba por dentro del pantalon; sus guantes, infaltables, y el choker que sin falta estaba en su cuello.

Se veía bien, todos lo sabían.

La fiesta iba con normalidad, era en casa de un tal Dazai Osamu, lo habia visto algunas veces por la universidad, pero no sabía nada de él, además de que estudiaba fotografía y que era muy apuesto, muchas chicas al parecer querían con él.

No sabe en que momento se terminaron acercando demasiado.

Oh si, ya lo recuerda.

Fue cuando cruzaron miradas que empezó todo. Dazai vestía con una camisa azul celeste, tambien arremangada de los brazos; tantalones algo sueltos negros, un cinturón nada llamativo y unas zapatillas azules casi negras. No traía accesorios que resaltaran a la vista, solo las vendas en sus brazos y su cuello, se veía como continuaban por debajo de la ropa.

Desde ese momento, donde los ojos azules de Chuuya y los avellana oscuros de Dazai se cruzaron, ya no pudieron separarse.

Poco a poco se fueron acercando disimuladamente. Chuuya no lo diría en voz alta, pero ese tipo si que era guapo, y mucho.

En algún momento terminaron intercambiando palabras, la conversación no era amistosa, estaba llena de insinuaciones, e insultos por parte del pelirrojo. Comentarios pasivo agresivos, sin llegar a herir o ser demasiado relevantes.

Los comentarios sugerentes iban en aumento y la distancia de sus cuerpos en decadencia.

Hasta que la charla tomó otro curso y sus intenciones salieron a la luz.

A ninguno le molesto, aceptaron silenciosamente que aquella tensión que se sentía no era algo que querían dejar pasar.

Dazai lo había agarrado de la cintura, queriendo demostrar que él sería el que mandaría aquella noche, él sería el que doblegaria aquella actitud tan tenaz que irradiaba de los ojos azul ceruleo del pelirrojo.

-¿Así que crees que me arrodillaré ante ti y te pediré que me cojas como a cualquier puta?- Chuuya había agarrado el cuello de la camisa de Osamu, solo para obligarlo a agacharse y así poder estar más cerca.

-Créeme, cariño. Tu mismo terminaras arrodillado ante mi pidiendo que pare-

Chuuya solo soltó una pequeña risa arrogante, para luego con rudeza juntar sus labios con los contrarios, un beso para nada tranquilo, uno desesperado y salvaje, pareciendo solamente una batalla para dominar al contrario.

Sentían las miradas de todos y de nadie, pues a ninguno le importaba.

Luego de unos minutos ambos tuvieron que separarse para poder respirar.

-Tú serás el que termine arrodillado ante mí pidiendo que te deje seguir tocándome, bastardo- sono gracioso, pues su voz tembalaba por agarrar algo de oxigeno, pero sus ojos solo irradiaban tenacidad.

Luego de ese comentario las cosas pasaron un tanto rápido, habían terminado en la habitación de Dazai, pues si, era su casa, su habitación era la única que estaba cerrada con llave, no quería que otros fueran a follar en su cama, podian hacerlo en otros cuartos de la casa, pero solo él tenia el privilegio de usar su cuarto.

°•Drown With Me•° [~Soukoku~]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora