•𝘾𝙖𝙥 1 - 𝙀𝙡 𝙘𝙤𝙢𝙞𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙙𝙚 𝙩𝙤𝙙𝙤.•

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Era un día cualquiera, los pájaros cantaban el sol se ponía, Los rayos de Sol atravesaban por las ventanas y un cachorro durmiendo en su cama tranquilamente, la habitación solamente se escuchaba el sonido de la ventana por el viento suave, pero lamentablemente se tuvo que interrumpir por el sonido de una mujer tocando la puerta de habitación de nuestro protagonista.

-Una bella mujer, toca suavemente la puerta, hasta que espero unos segundos y entró para no despertar a su querido cachorro.-
Mike... Despierta dormilón, el sol ya amaneció... -Dijo una dulce voz de mujer, antes de sentarse en el borde de la cama del perro amarillo, lo cual el cachorro se despertó, se sentó en la cama y se estiró en la cama.-

Buenos días, Mamá... -Dijo el can amarillo con una sonrisa cansada, antes de bostezar y estirar sus brazos con fiaca.-

Bueno días cariño. -dijo la dulce mujer con una sonrisa, antes de plantarle un suave beso en la frente de su hijo peludo.-
El desayuno ya casi está listo, puedes cambiarte, cepillarle los dientes y bajar a desayunar?. -pregunta la mujer, mientras le acariciaba el pelaje peludo de la parte superior del cachorro.-

Si Mamá, ya bajo. -dijo el can amarillo, antes de ver a su Madre irse por la puerta de su habitación. Volvió a bostezar y se bajó de la cama, se puso su capa y salió de su habitación para ir al baño del pasillo, entró al baño y se lavó el rostro para poder despertarse y sacarse las lagañas de su rostro. Mientras se lavaba los dientes, se miraba al espejo y cuando terminó de lavarse los dientes, se peinó el pelaje para después salir del baño, bajar las escaleras y caminar hacia la cocina donde están su Madre Ela.-

-La mujer de cabello castaño claro, dejó un plato de tostadas sobre la mesa y le dio al cachorro una taza de leche con chocolate caliente. Luego se preparó su café.-

Mamá. -Habló el can amarillo, antes de darle un suave mordisco a su tostada, espero pacientemente que su Madre lo haya escuchado.-

Si, cariño?. -pregunta la mujer con tranquilidad, mientras terminaba de hacer su café, se sentó en la mesa frente a Mike viéndolo comer su desayuno.-

¿Por qué Papá no está? Creí que ayer había dicho que íbamos a desayunar juntos. -Dijo el can amarillo, un poco preocupado mientras tomaba su leche con chocolate caliente.-

-La mujer se quedó callada por unos segundos, le entristecía que su esposo no podía pasar la mayoría de su tiempo con su familia.-
Hoy no pudo, se fue temprano a trabajar, lo siento mucho, cariño. -dijo la mujer con un suspiro de tristeza.-

Oh... -dijo el can amarillo, bajando la cabeza, él realmente deseaba estar con su Padre, ya que en todo el día no lo veía.-
Entiendo... Se que lo hace porque está ocupado con su trabajo. -dijo el can amarillo, tratando de ser positivo y no estar triste.-

Si... Pero no estes mal. -dijo la mujer de cabello castaño, mirando a su hijo pelado deprimido. Luego tuvo una idea.-
Hey, hoy saldré temprano, quieres que cuando salga del trabajo, ¿Vayamos al parque? -dice la mujer con una sonrisa, tratando de hacer sentir mejor a su hijo.-

-El can amarillo sonrió, le gustaba la idea de al menos pasar el tiempo con su Madre.-
Claro! Me parece bien pasear un rato juntos. -dijo el can con una sonrisa alegre. La mujer le sonrió también, terminó su café y se levantó de la mesa para despedirse de su hijo.-
Portate bien y no le abras a nadie, ¿Está bien?. -dijo la mujer de cabello castaño, antes de darle un beso en la parte superior de la cabeza del cachorro e irse.-

Adiós, Mamá. -dijo el can amarillo, quedándose solo en la cocina. Decidió terminar su desayuno y jugar en si habitación hasta que su Madre volvería.-

•Más tarde ese mismo día.•

-El can amarillo se encontraba en su habitación, aburrido y solo. Los días eran así, todos los días. Decidió salir al patio trasero que estaba cerca del bosque. Salió por la puerta trasera y sonrió. Caminó dentro del bosque que estaba lejos de la casa. Iba caminando con tranquilidad y disfrutaba del sonido de los pájaros cantar, caminó unos minutos, estaba un poco cansado, pero cuando miró al frente, había un pequeño arroyo. Sonrió y caminó hacia allí, se sentó en el borde y metió sus pies-
Aay... Está fría. -dijo el can amarillo con una sonrisa, mientras se relajaba con los pies[patas traseras] en el agua y el césped que tocaba con sus manos[patas delanteras].-

-Nuestro protagonista se había relajado tanto, que se quedó dormido en el suave césped.-

-De repente, se escuchó algo en unos arbustos, el can amarillo se alarmó un poco y se sentó, miró por dónde venía el ruido, se quedó viendo y aquellos arbusto se movieron.-
Ah... -El can amarillo gaspeo un poco nervioso, sacó sus pies del agua y se levantó del suelo, caminó hacia los arbustos y era un conejito atrapado en una rama. Suspiró aliviado y se sentó de rodillas para ayudar a la criatura indefensa.-
Ven aquí pequeño, yo te ayudo. -El can amarillo vió que el conejito tenía miedo, pero intento ser amable.-
Tranquilo, no te haré daño... -dijo el can amarillo con una sonrisa, antes de ayudar al conejito y con un pequeño susto. El conejito dió un brinco que asustó al can.-
De nada... -dijo el can amarillo con una risita, mientras veía a la criatura más pequeña irse, quiso ver y se iba con su familia. Le dió ternura y le recordó a él y su familia. Su sonrisa se desvaneció un poco y se sintió mal.-

•Al regresar a casa.•

-Nuestro protagonista se encontraba en su cama, de nuevo. Aburrido y solo. Qué más podía hacer? Solo quiera que su Madre llegue y se vayan juntos a disfrutar al parque.-
A veces siento que me falta alguien en mí vida... -Se dijo el can amarillo para si mismo. El lugar estaba un poco oscuro, pero lo único que iluminaba era la lámpara.-

-De repente, la lámpara se apagó de la nada. El can amarillo se sorprendió y se sentó, no veía casi nada, pero de un momento u otro, vió como su Diamante comenzó a brillar.-
¿Oh..? -el can amarillo miró confundido el diamante, ¿Cómo podía brillar si no había luz? Se preguntó el can, mentalmente. Se acercó y miró con curiosidad a su Diamante.-
¿Por qué brilla? -dijo el can amarillo, cada vez más confundido. Extendió su mano lentamente hacia el Diamante, tenía esa intriga que quería tocarlo. Al momento de tocarlo, todo brillo y el can amarillo se tapó el rostro con sus brazos.-

Trk... Trk... Tr...k

!PUM!

-Se había escuchado como algo vidrioso se rompió. El can amarillo había caído al suelo, se despertó a los segundos.-
Auch... -El can amarillo quedó paralizado cuando vió unos pedazos de vidrios rostro. Pero se dio cuenta que no era su Diamante, eran de... ¿Un espejo?-
¿A-ah?. -El can amarillo estaba totalmente confundido, acaso era de... El espejo? Volteó su cabeza al espejo y si, efectivamente era del espejo.-
Ay, no! ¡Ay no! ¡Ay no! ¡Estoy en problemas!. -Se dijo el can amarillo nervioso, sabiendo que había roto algo importante. Pero lo que no sabía es que ese espejo no era uno cualquiera... Si no uno que abriría un portal.-
¡Papá va a matarme!. -dijo el can amarillo, antes de caminar hacia los pedazos de vidrios, pero algo lo detuvo. Miró que dónde estaba roto el espejo, vió unos ojos... Unas pupilas muy familiares... ¿No podía ser él, o si? ¿Por qué él estaría ahí? ¿Cómo? Por qué?. El can amarillo retrocedió, mientras estaba asustado y veía una escalfriante sonrisa macabra, esa sonrisa que no esperaba hace mucho tiempo.-
¿M-Mike.Exe?. -Tartamudeó el can amarillo con miedo y nervioso, dió un pasó hacía atrás.-

F:[06/03/2024]
H:18:28 pm

Hasta acá lo dejó, me duele un poco los dedos, pero voy a continuar :'3

~•𝘓𝘢 𝘏𝘦𝘮𝘰𝘱𝘵𝘪𝘴𝘪𝘴 [𝘔𝘪𝘬𝘦𝘹𝘦]•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora