DESTRUCCIÓN

Cap VI #2

.... Miei se dió una ducha como quería pero mientras lo hacía sentía un líquido que bajaba entre sus piernas, pensó que justo le había llegado la menstruación, pero al mirar era de color entre blanco y transparente. Dudó unos segundos para luego recordar que no se habían cuidado, tomó la ducha rápidamente y le envío un mensaje a Tommy quién fríamente le contestó "Toma las de Joalin"

A Mireia le pareció muy extraña esa reacción de él aunque lo pasó por alto ya que tenía algo mas importante de qué preocuparse. Fue hasta la habitación de Joalin para entrar en su baño, buscó cuidadosamente entre sus cosas y encontró lo que buscaba; al abrir la puerta vió de frente a su hermana quién estaba extrañada de verla en bata y escabullendose de su habitación.

¿Qué haces aquí? - preguntó enfadada.

Lo siento, es que necesitaba algo pero no estabas.

Está bien.

La chica salió del dormitorio pero al dar un par de pasos fuera su hermana la detuvo.

¿Por qué llevas eso? - preguntó señalando el plástico que tenía en la mano.

A Mirei no le quedó más remedio de decir la verdad... A medias. Inventó que todo lo que había pasado era con Joseph a lo cual su hermana lr dió un par de consejos rápidos y la dejó marcharse para que tomara aquella pastilla.

Varios días después, la familia tuvo un breve receso donde todos se encontraban en casa con excepción de Ryan claramente. Hicieron entre todos el almuerzo e invitaron a los abuelos sin comentarles lo que había ocurrido, sin embargo ellos sospechaban que algo sucedía ya que ninguno parecía importarle la suerte de Ryan.

Al final de la tarde los abuelos se marcharon y la familia decidió hacer noche de películas, todos fueron a sus habitantes para ponerse pijamas y salir con sus almohadas, sábanas y abrigos hasta la sala principal donde acomodaron los muebles y el tapete para hacer una improvisada cama gigante.

Tommy subió a la habitación y mientras se estaba cambiando de ropa por la de dormir, entró Mirei, lo abrazó por la espalda pero este de inmediato se soltó.

¿Qué te pasa? - preguntó confundida.

Mirei alguien nos puede ver.

Solo te estaba abrazando, no hice nada malo.

Tienes razón pero hace unos días sí - dijo en voz baja.

Hicimos querrás decir.

Mirei, quizá no hicimos nada malo pero olvidamos un pequeño detalle.

¿Cuál? No había nadie en casa.

Mirei, las cámaras.

Mierda - dijo ella poniendo las manos sobre su boca - tienes razón, ahora ¿qué hacemos?

Roguemos que mamá no revise las grabaciones antes de que logre borrarlas.

Es mejor que no hagamos ésto de nuevo o por lo menos no aquí.

Está bien pero ¿cómo haremos?