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Verte junto a él fue horrible, Louis, la peor sensación que he tenido en toda mi vida, primero fue solo la complicidad que había entre los dos, con él reías y bailabas mientras que yo quería estar de esa manera contigo, pero lo más cerca que estuviste de mí fue cuando chocaste una vez conmigo camino al baño estando ebrio. Era soportable, incluso verlos besándose en una nube de humo de cigarro, podía soportar eso. Pero no cuando se hicieron novios, no eran lo mismo los besos ebrios y en una discoteca a los besos fuera de la agencia o en la cafetería en donde solíamos comer algo luego de largas escenas de grabación, eso ya no era tan soportable.


Mi estómago se revolvía al verlos y mi pecho dolía, y fue ahí que los insultos escalaron de nivel y si antes no me odiabas pues ahora sí que lo harías.


Cada insulto llevaba escrito entre líneas miles de reproches y preguntas.


¿Por qué él y no yo?


¿Por qué tienes que besarlo frente a mí?


¿Por qué no puedes solo darte cuenta de que estoy enamorado de ti?


¿Lo haces a propósito porque sabes que me lastima?


Como si fuera tu culpa, como si pudieras solo adivinarlo, obviamente preferías estar con Zayn porque con él las risas nunca faltan mientras que conmigo solo logras enojarte.


Siempre fue mi culpa. Y yo lo sabía.


Cuando Liam llegó a la agencia y Zayn no dudó ni un segundo en ir a por él, pude escuchar el coro de ángeles y le agradecí al universo por ello cada noche antes de irme a dormir. Pero eso no significaba que mágicamente pondrías tus ojos en mí con un sentimiento distinto al desprecio.


Muchas veces quise acercarme a ti, quise disculparme, pedirte que empezáramos de cero, invitarte a beber uno de esos horribles tés que tanto te gustan, llevarte un ramo de flores o algo parecido para hablarte acerca de mis sentimientos.


Pero siempre me ganó la cobardía.


Me aterraba la idea de que te rieras en mi cara, me abofetearas o lanzaras ese ramo de flores al suelo justo bajo mis pies.


Mi ansiedad me comía vivo, por sobre-pensar escenarios que muy probablemente ni siquiera habrían sucedido.


Y me arriesgué. Supongo que con la valentía que te da el vodka.


Y salió justo como pensaba.


Sé que te observaba como un acosador, pero es que Louis, cada minuto sin mirarte es un minuto perdido. ¿Tienes idea de lo precioso que eres?


Josh y Zayn intentaban animarme, darme un poco de valentía, darme sugerencias para hacer las cosas de la mejor manera.


Fui a la cocina para servir en un vaso el agua de fresa que llevabas bebiendo toda la noche, hablando conmigo mismo para convencerme de que todo saldría bien, te llevaría el vaso, me disculparía por todo y te invitaría bailar. Casi como un sueño. Pero de la nada apareciste, estabas ahí, y me congelé. Quería hablarte, quizás decirte lo bien que se te ven esas sudaderas que usas, pero las palabras no salían. En un segundo estaba queriendo invitarte a bailar y al otro ya estábamos gritándonos y estabas empujándome, y yo solo quería besarte, maldita sea, quise besarte como nunca había querido besar a nadie. Besarte hasta robarte el aliento.



- Yo también quería eso, estúpido piojoso, pero tenías que decirme que estabas enamorado de mí.



Esa noche lloré como un niño pequeño, lloré porque no había sido la mejor manera de decírtelo, porque las disculpas iban primero, luego la invitación a bailar y después hablarte de mis sentimientos. El orden de los factores sí altera el producto. Y supe que había metido la pata.

Accidente Angelical // Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora