I

231 19 3
                                    

-Terminamos.

Ante aquellas palabras mi pecho dolió como nunca, mis ojos se cristalizaron, un nudo en mi garganta se enrredo evitando que pudiera hablar sin que mi voz temblará o más bien como si mi voz se escapara evitando que pudiera hablar sin forzar mi garganta.

-P-pero...¿Po-porque?

Dije con voz quebrada sin saber algún motivo por el cual terminar. Miles de cosas se me vinieron a la cabeza, sentía que el mundo se me venía encima, sentía que todo se acabaría.

-No lo entenderías, y no quiero hablar de eso, solo terminamos, -Dijo secamente como si a él no le importara ni una mierda nuestra relación.

-Pero... Yo quiero estar contigo, -Trague duro echando para atrás aquel nudo tan molesto que evitaba que mi voz saliera sin comodidad.

-Perdón pero fue bonito mientras duro, -Dándose la vuelta para irse de aquel lugar dejándome solo.

Mi cabeza explotó, mi corazón estalló, mis hombros de pronto pesaron sintieron un peso en ellos que juraría que se quebrarian.
Me empeze a cuestionar todo lo que había echo.
Las lagrimas se acumularon en mis ojos tanto que empezaron a caer rápidamente.
En ese momento me sentí tan mal tan triste, tan desconsolado, tan muerto. Pensé que mi mundo se acabaría que mi vida cambiaría por completo que ahora ya no tendrá nada sentido, que todo paso por mi culpa y tal vez mis malos comentarios que cometieron esto, pero en realidad el culpable no fue mi comentario, si no fue...de mi corazón por creer que alguien se había enamorado realmente de mi cuando sabía que yo realmente no le podía gustar tanto a alguien como el mostraba que yo le gustaba.
Mi error más grande fue...aceptar que yo, me había enamorado, por que cuando eso pasa todo se va a la mierda.

(...)

Mientras me iba a casa trataba de evitar que mis ojos lloraran más, no quería llegar así y menos con mis ojos rojos, por que mi madre me preguntaría que había pasado cuando claramente yo no le podía decir que había terminado con mi novio cuando ni siquiera sabía de la existencia de él.

Solo pensaba en lo horrible que me sentía y las ganas de regresar con él, para mi él era de los pocos hombres que eran diferentes, únicos para mi él era único me sentía tan afortunado de tener un novio como él hasta que ví su maldita nota de Instagram con una canción de amor con unos malditos emojis que hacían referencia a que él se había enamorado de alguien más.

Acaso me fue infiel, ¡Que maldito!

En ese momento solo quería hablar con alguien de este horrible sentimiento que tenía, pero claro casi todas las personas de confianza no sabían de la existencia de mi novio. A Quien se lo contaba para poder estar normal de nuevo, a quien se lo podia contar para sacar todo lo que tenía, para no sentirme solo, para sentir que alguien estaba conmigo que me aconsejará de este horrible dolor...

(...)

Llegando a casa revise en la pantalla de mi celular que mis ojos no estuvieran llorosos o rojos viendo que todo estaba bien entre a ella buscando a mi madre con la mirada notando que estaba en la cocina preparando una Rica comida.

-Hola ma, -Salude dándole un pequeño beso en la mejilla, -Que preparas huele delicioso, -Forzando una sonrisa. ¿Por que estaba siendo tan difícil sonreír? ¿Por qué me dolía el pecho? ¿Por que sentía una carga encima? Ya no quería sentirme así.

-Hola hijo, estoy preparando Chile encacahuatado te encantará, -Sonrió alegremente, -Y ¿Te vino a dejar Derian?

Maldita sea lo tuvo que preguntar.
Mi sonrisa forzada se desvaneció recordando a aquel patán. Pero tenia que actuar como si nada, para mi madre Derian era uno de mis mejores amigos que vivía por el rumbo de mi casa por eso venía a dejar y no por que era mi novio, mi madre no podía saber que yo tenía novio.

SecretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora