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Después de un tiempo dormido, Lucifer sintió las manos de su hija acariciando su cabello. Se sorprendió al sentir el tacto suave y afectuoso de Charlie, que siempre había sido una parte importante de su vida.

—Charlie...—dijo Lucifer, abriendo lentamente los ojos y encontrando la mirada de su hija —¿Cómo has estado?—

Charlie sonrió, su rostro expresivo y lleno de emoción —Estoy bien, papá. Solo había venido a ver si estabas bien. Alastor me ha dicho que estabas buscándome.—

Lucifer suspiró, sintiendo un alivio en su pecho. —Sí, querida, estaba preocupado. No estaba seguro de cómo enfrentarme a Alastor y no quería que eso afectara a tu hotel, ese imbécil me saca de quicio —

Charlie sonrió, aunque su expresión se volvió más seria al instante.—Ya se que tú relación con Alastor es algo complicada, te enoja, lo entiendo, pero solo te pido que intentes llevarte bien con el así como también se lo pediré a el, quiero ahorrarte molestias, después de todo...se que no estás atravesando un buen momento—

Lucifer asintió, su mirada cayendo en la mano de Charlie que aún acariciaba su cabello.

—Descuida, se que tú también tienes tus sentimientos heridos, voy a...colaborar con eso, no quiero ser una carga tampoco para ti. Soy consciente de que este es tu hotel y debo respetar las reglas de este lugar

La princesa solo sonrió, su rostro estaba iluminándose, su padre estaba más comprensivo últimamente y eso le alegraba el corazón.

—Todo está bien. Estoy aquí para manejarlo. Y con tu apoyo, creo que podemos lograr mucho aquí en el hotel, ¡quiero que alcancemos muchas metas juntos!— Abrazó a su padre muy contenta.

Lucifer respiró hondo, sintiendo un sentimiento de alivio y orgullo, había hecho un buen trabajo con ella después de todo, puede conservar a alguien que ama...y trataría de no alejarla, no quería perder a alguien más.

Unos golpes suaves contra la puerta se hicieron presentes. Era Alastor.

El demonio de la radio entró en la habitación con su característica sonrisa, mirando a Lucifer y Charlie. —¡Ah, estoy encantado de encontrarlos juntos! He preparado una actividad especial para todos en el hotel, y creo que ustedes también disfrutarán. ¡Están listos, no?—

Lucifer no pudo evitar mostrar un rostro de enojo al ver al demonio en la puerta, pero decidió mantener silencio. Charlie, por otro lado, sonrió a Alastor.

—Sí, estamos listos, Alastor— dijo Charlie con cierta emoción, levantándose de la cama. —Gracias por la invitación—

Alastor se inclinó ligeramente, mostrando un gesto de respeto hacia Lucifer. —Majestad, si tiene alguna objeción, puede contarme—

—No, no tengo ninguna— dijo Lucifer, forzando una sonrisa y levantándose de la cama. —Me parece interesante —

Alastor sonrió con algo de malicia, clavando su vista en el más pequeño. —Excelente, vamos a unirnos a los demás en la sala de reuniones. Estoy seguro de que les encantará lo que tengo preparado—

Empezó a caminar mientras que los otros dos le seguían el paso por detrás, Charlie mostrando una sonrisa y su padre por otro lado intentaba fingir a la fuerza una, pero ella al darse cuenta solo posó su mano encima de su hombro, todo está bien, no tenía necesidad de fingir, ella lo entendía.

Con cada paso que daban hacia la sala de reuniones, Lucifer se esforzaba por dejar atrás su enojo y centrarse en lo que realmente importaba: el éxito del hotel y la seguridad de su hija.

Una vez en la sala, se encontraron con el resto del personal del hotel, Husk, Niffty, Angel, Vaggie, etc. Todos miraron a Lucifer con una mezcla de respeto y curiosidad, mientras que Alastor parecía impaciente por comenzar la actividad al igual que los demás huéspedes.

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⏰ Última actualización: Mar 08 ⏰

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