La señorita Yu decide cambiar su destino después de renacer

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290 desaparecidos

El hombre miró a su alrededor. Después de confirmar que no había nadie alrededor, rápidamente ató a Yu Bing y le metió una toalla en la boca. Luego, la colocó en la bolsa de piel de serpiente que había preparado de antemano y caminó rápidamente hacia la carretera principal.

Eran las cinco en punto cuando Xiao Sheng regresó. Cuando vio la puerta cerrada de Yu Bing, no tuvo prisa por contarle la buena noticia. En cambio, regresó a su habitación para buscar su taza esmaltada y fue al restaurante estatal no muy lejos para pedir un huevo cocido con azúcar moreno.

En el pasado, cuando su madre se sentía mal en ese momento todos los meses, su padre preparaba un plato de huevos duros con azúcar moreno y su madre se sentía mejor después de comerlos.

El viaje de ida y vuelta duró menos de 20 minutos. Justo cuando Xiao Sheng estaba a punto de levantar la mano para tocar la puerta de Yu Bing, la bajó.

En su opinión, se trataba de un asunto muy privado. Él y Yu Bing no eran marido y mujer. Le preocupaba que sus acciones parecieran imprudentes, pero pensándolo mejor, era mejor que dejar que Yu Bing siguiera sufriendo, así que levantó la mano con firmeza y llamó a la puerta varias veces.

Al ver que nadie respondió, Xiao Sheng golpeó con más fuerza unas cuantas veces más, pero aún no hubo respuesta. Xiao Sheng estaba un poco preocupada de haberse desmayado por el dolor.

Xiao Sheng no tuvo tiempo de dejar la taza de porcelana. Fue directamente a la recepción del primer piso y dijo con ansiedad: "Hola, la persona que vive en la habitación 208 es mi colega. Llamé a la puerta hace un momento, pero nadie respondió. Ella empezó a sentirse mal esta tarde. Estoy un poco preocupado por ella, así que ayúdame a abrir la puerta".

La joven de la recepción reconoció a Xiao Sheng. Este hombre era la persona más guapa que había visto en su vida. Desafortunadamente, él era del campo. De lo contrario, habría pensado en una manera de ganárselo sin importar nada.

Debido a la buena apariencia de Xiao Sheng, ella lo recordó el primer día y también recordó a Yu Bing. Además, ella fue quien le dijo a Yu Bing que alguien la estaba buscando hoy.

La joven se sonrojó levemente. "El nombre de tu colega es Yu Bing, ¿verdad? Un niño pequeño vino a buscarla hoy. Luego, la vi regresar a su habitación para tomar una bolsa y marcharse. Parecía tener prisa".

Esta fue la primera vez que los dos vinieron a esta ciudad. ¿Qué podría hacer Yu Bing?

Xiao Sheng no podía pensar en la razón. Los dos salieron juntos para hacer algo, así que no importa lo ansioso que estuviera Yu Bing, ella habría dejado una nota y la habría metido en su habitación. ¡Le era imposible irse sin decir una palabra!

"¿Sabes a qué hora salió?"

La recepcionista dijo afirmativamente: "Hacia las cuatro y cuarto. Entonces es cuando vamos a la sala de calderas a hervir agua caliente todos los días. Acababa de irse cuando sonó la alarma de la recepcionista.

Xiao Sheng continuó preguntando: "¿Viste en qué dirección se fue?"

La recepcionista frunció el ceño y trató de recordar. "La vi irse justo después de salir por la puerta. Siguió mirando el mapa, así que debió haber estado tratando de encontrar el camino".

La intuición de Xiao Sheng le dijo que algo andaba mal, por lo que colocó la taza esmaltada en la recepción para guardarla y se fue.

Xiao Sheng preguntó por las tiendas de la calle. Cuando vio a un joven leyendo en la entrada de la librería, inmediatamente se adelantó y preguntó: "Hola, ¿viste a una chica de veintitantos años a las 4:15 pm? Vestía una camisa a cuadros y pantalones negros. Tenía dos trenzas que le llegaban al pecho. Por cierto, ella es así de alta y podría estar sosteniendo un mapa".