En todo el ciclo ocurren demasiadas cosas, pero en la recta final es donde no se puede negar lo evidente. ¿Es amistad? ¿Un romance? ¿Conveniencia?, actitudes, hechos y sobre todo la imperfección humana en su máxima expresión conduciendo a los personajes de esta historia. Lo que sea por lograr cualquier cosa sin importar nada ni nadie, ni el alto costo que vayan a pagar por ello.
Retrocedamos un poco en el tiempo para empezar a relatar las señales que daban y nadie se dio cuenta hasta que uno por uno empezaron a destruirse hasta que no quedó nada...
Era un día frio de invierno, entró al salón y busco un sitio en el cual pasaría las próximas 6 horas. Sefon sacó una libreta y empezó a hacer como si leyese algo importante, algo que demandara mucho tiempo como para no mirar a su alrededor y darse cuenta que en ese ambiente se conocían todos, todos menos a él.
Su familia se había mudado a la ciudad desde hace no mucho, la situación financiera los había empujado a tomar esta difícil decisión pero el sentimiento de estar juntos era lo que los mantenía con entusiasmo y esperanza de tener un mejor futuro.
Los minutos pasaban y a cada segundo el murmullo de las conversaciones de los demás iba haciéndose más ensordecedor y lo único que hacía era agudizar su angustia, no podía soportarlo, era como una bomba de tiempo, con cada segundo más explosivo de manera que había perdido el control de sí mismo y sin saberlo antes de darse cuenta se encontraba a merced de cualquier mínimo escollo de razonamiento, una simple y fugaz idea que cualquier ser humano podría lograr con tan solo un segundo de lo que él no tenía; calma.
Aspirando la desesperación y mezclando las ansias de no poder ser todo siendo nada en ese mismo ambiente ocurría que los demonios nauseabundos se apoderaban de los seres con pocos o cero escrúpulos adquiriendo así la experticia casi invencible de poder captar nada más ni nada menos que una víctima con el único fin de camuflar lo lodoso, lúgubre y hediondo de quienes son incapaces de contener su verdadera naturaleza sin morir en el intento y la única razón de que todo haya terminado de la forma más grotesca y absurda que no puede contemplar la naturaleza humana en los tiempos que corren.
Finalmente la angustia parece terminar, cuando el docente ingresa al salón y Sefón no se ha dado cuenta que ya no siente los dedos de sus manos pues el frío ha empeorado y porque se ha quedado inmóvil desde que se sentó en su carpeta para dos.
Casi terminada la clase del día, con los pensamientos entumecidos y con nada aprendido, para variar. Se oye una voz que rompe con el status quo de mentes receptoras y somnolientas que solo esperan salir al cambio de hora para automáticamente recargar el valor y volver a sumirse en la miseria de sus días. Pero esta vez, oyen decir:
Tiene la palabra - Dice el docente incrédulo de alguien deseoso de alargar la sesión
Gracias profesor - Sefon con la mano aún levantada - En la parte de arriba me parece que se ha confundido, porque según lo que puso en la nube de nuestra clase el día ayer menciona que hoy tocaremos otro tema.
Absolutamente atónitos nadie cree que alguien haya podido tomarse en serio las recomendaciones del primer día de clases, pero nadie siente tranquilidad sino una turbulencia que sacude a su forma de pensar que retuerce en lo más profundo de sus entrañas a quienes han hecho de su estilo de vida sentarse, aplaudir y callar, cuál mamíferos entrenados.
Lo que ve en la pizarra señor Sefon es una introducción al curso - Trata de excusarse el docente.
Entiendo profesor, pero en el acta la fecha para la introducción fue hace una semana - replica Sefon, con la copia del acta a la mano.
La rotunda contestación pone al docente en una situación realmente complicada, quien para eludir el asunto solo aturde a felicitar su iniciativa como premiando al gato que ha aprendido a mear en su arenero por fin:
Es cierto Sefón, sin embargo, las directivas señalan flexibilidad, aunque me sorprende que alguien esté al tanto como deberían estarlo todos y por tanto te compensaré con un punto al promedio de las primeras calificaciones antes de terminar la sesión de hoy. Te pido que te acerques a mi oficina al terminar la sesión de hoy para oficializar tu bonificación. ¿Alguna otra duda hasta aqui?.
Y sin más, el docente no lo sabe aún pero acaba de desatar la peor maldición en la tierra no lo sabe pero acaba de abrir la maldita caja de pandora.
¿Así de fácil se puede ganar un punto al promedio que son como 5 puntos en un exámen? - se oye decir entre la turba de sesos medio alcoholizados aún.
Aunque las expresiones son un poco descuidadas, Sefón no se inmuta, hay asuntos más contundentes, los planes maquiavélicos que yacen en las mentes nada inocentes de quienes han sido poseídos completamente por los demonios pútridos deseando más que nunca serlo todo siendo nada, siempre nada.
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EL JUEGO DE LAS APARIENCIAS
Teen FictionCuando las máscaras caen, la verdad se revela... Y nadie es tan hábil para poder ocultar quien realmente es ante los ojos del mundo entero.