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Jimin golpeó los pies en el suelo, muy irritado.
Su novio nunca fue de molestarlo, por lo menos, no en la mañana cuando apenas se le está reiniciando el windows y tiene que aceptar el hecho de que despertó.
Agh, como deseaba estar muerto para no tener que despertar temprano para trabajar.
—maldito hijo de puta, maldito momento en que me casé con él ¡te maldigo, Min Yoongi!— gritó muy fuerte, cerrando los ojos.
—¡también te amo, Ji!— escuchó el grito del pelinegro en el cuarto.
—¡bájame esa vaina, mamaguevo!
—¡me lo paso por los huevos!
—¡que mamón eres!
—¡así me amas!
Park gruñó y se puso a masajear sus sienes o perdería belleza de tanto estrés. Ok, hay que bajar la miel.
Buscó una silla y la arrastró hasta tenerla frente a la isla de la cocina. Se subió en ella y puso un pie en esa para llegar más cerca pero no lograba alcanzarla.
—¡jodidos dedos cortos! ¡Yoongi!
—no todo tengo que ser yo, amor— apareció el mayor en la cocina, vestido únicamente en boxer y luciendo tan ridículamente precioso con esa sonrisa burlona en su cara.
—te quiero golpear y al mismo tiempo te quiero besar, maldito infeliz— se quejó bajando de la isla. —¿por qué lo pusiste allá arriba?
—tenía ganas de molestar— dio de hombros. —te ves muy chistoso ahí arriba con tu carita roja de enojo.
—¡no estoy rojo!
—Sí lo estás, pimentón— se acercó y agarró al rubio por las axilas, siendo cargado y éste aferró sus muslos en su cadera. —no tienes que depender siempre de mí.
—pero soy chiquito, solo tengo 1,55— dijo mañoso, golpeando su pecho. —te odio, te burlas de mí solo por llegarte a la oreja.
Yoongi se rió y empezó a frotar su nariz contra la contraria, haciendo que Jimin olvidé un poco su enojo.
—no me burlo, es que a veces no estoy y me esperas para ayudarte a agarrar sea lo que sea que está muy alto para ti— le dio un corto beso. —Mimi, que seas pequeño no significa que no alcanzas el cielo.
—lo sé, pero te tengo y-...
—¿pero si terminamos y tú nuevo novio no es tan alto?— alzó una ceja. —serán dos pitufos tratando de tomar algo en lo alto.
—¡deja de decir tonterías!— volvió a enojarse. —no vamos a terminar y mucho menos tendré un nuevo novio, mucho menos uno bajo. Me gustan altos.
—por eso no me gusta verte cerca de Namjoon— rodó los ojos. —solo quiero que seas más independiente y no dependas tanto de mí.
—es que es menos trabajoso. Tengo un novio de 1,75 ¿por qué no usarlo para mi beneficio?— sonrió inocente.
—Dios ¿que voy a hacer contigo?— lo puso en el suelo y se subió a la silla, tomando el recipiente de miel sin estirarse. —aquí, pero luego lo haces solo.
—¡gracias, mi hermoso idiota!— le dio un pequeño beso en la mejilla.
