Capítulo 3.

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Los nervios de Jungkook temblaron de miedo cuando la enorme casa estuvo ante su vista. Durante todo el largo viaje, trató de convencerse de que no iba a enloquecer. Tenía quehacer esto. Podría reunirse con el grupo de leones y ver si alguno de ellos era su compañero. Después de todo, su hermano ya había aprobado al grupo, lo que significaba que cada uno de ellos había sido sometido a un proceso investigación muy exhaustivo. Las habilidades investigativas dé Hoseok hacían parecer a la CIA como un grupo de vagos de escuela de secundaria.

Respirando hondo, repitió su mantra. —Yo puedo hace resto —cantó mientras conducía lentamente por el camino de grava.

Era realmente hermoso. Las tierras del grupo de Taehyung consistía en un maravilloso trozo de propiedad en el centro delas Montañas Cascada, muy diferente de la casa de Jungkook en el desierto, al este de Washington. Debió haber visto más de una docena de águilas volando en el cielo de camino a la casa del grupo. Las aves rapaces eran las favoritas de Jeon. Eso era un buen augurio. 

Jungkook se detuvo frente a la mansión en un lugar, obviamente reservado para el estacionamiento. Había anchos postes para proteger la casa y mostrar dónde era seguro estacionar. 

—Yo puedo hacer esto —repitió, liberando el cinturón de seguridad.

En el mismo instante en que Jungkook salía de su auto, un enorme hombre vino volando por los aires, golpeando contra el capó con un fuerte estrépito de metal doblado y cristales rotos. Un vistazo rápido le mostró que el parabrisas de Jeon estaba roto y el capó tenía una abolladura del tamaño del hombre. Él le hizo una mueca de simpatía al tipo. Un duro aterrizaje no mataría a un cambia formas, pero era seguro que debió haberse lastimado.

—¿Estás bien?— Jungkook le preguntó al hombre que lo había sorprendido. No estaba realmente preocupado, los cambia formas son difíciles de romper, pero si estaba preocupado por su auto. Ese vehículo tenía un valor sentimental para él, ya que lo había comprado con su primer contrato independiente.

—Guau, eres más lindo en persona que en la foto —el cambia formas-león le dijo, mirándolo de arriba a abajo. 

—Uh. Gracias. —Su hermano no le había advertido que los leones estaban locos. Tal vez debería dejar las maletas en el auto por ahora.

El enorme cambia formas bajó de su capó, mirando tristemente el auto destrozado de Jeon. Eso era una enorme abolladura.

 —Taehyung pagará por eso, —dijo el cambia formas. Sacudió su cabeza para sacarse de encima los pequeños trozos de vidrio—. Soy Namjoon. —Extendió su mano, pero la retiró rápidamente, cuando un ensordecedor rugido llenó el aire—.Yo-yo me tengo que ir. 

El cambia formas-león huyó, como si los perros del infierno, o tal vez un león muy molesto, estuviera tras él. 

Los leones eran extraños.

Negando con la cabeza, Jungkook caminó hacia la casa deteniéndose cuando vio que el porche estaba cubierto de cambia formas-leones. Cada uno de ellos era grande, rubio y hermoso. Por primera vez en su vida, deseó haber sido bisexual.

—Hola —le dijo a todo el grupo, no estaba seguro a cuál dé ellos debía dirigirse primero.

Hubo un coro de saludos.

Antes de que Jeon pudiera preguntar acerca de su líder, el hombre más grande que hubiera visto alguna vez en su vida salió de entre la multitud. Era una criatura llena de poner y belleza. El hombre tenía un par de gruesos y musculosos muslos dignos de babear, que se delineaban perfectamente en unos pantalones cortos y su delgada camisilla muscular tampoco dejaba nada a la imaginación, haciendo que Jungkook hiciera a un lado su mente analítica y dejando que ésta felizmente se deleitara con la imagen que tenía frente a él. No sabía si debía huir ante la mirada depredadora del cambia formas-león o caer de rodillas a los pies de ese hermoso dios dorado. 

Cambio de manada. 「 TAEKOOK 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora