8 pm nos cito Suguru a ese parque, no era tan de noche, deje a Megumi al cuidado de uno de los hermanos de Yuuji llamado Choso entonces no tendría que preocuparme por nada, o al menos no tendría que preocuparme porque un niño y dos perros quemaron mi apartamento.
Al parecer era el primero en llegar, estaba aburrida la espera, cuando estaba a punto de tomar mi celular para llamar a Suguru llega Shoko, curiosamente tenía el pelo corto otra vez, la última vez que la vi lo tenía hasta la cadera, aunque no le quedaba tan bien como ahora, llevaba una mochila, le pregunté el por qué y simplemente dijo "por si surge una emergencia". Puede que todos seamos vejetes de casi treinta, pero hay que admitir que parecemos más adolescentes que cuando estabamos en esa etapa, luego de unos minutos llegó Suguru, con unas bolsas de compras en cada brazo, supuse que era la comida y bebida para pasar la noche.
Nos saludo y propuso caminar un rato, las bolsas se veían pesadas por lo que pregunté si quería que lo ayude en cargar una, cosa que negó con amabilidad, fue divertida la caminata, algunas veces chicas y chicos venían timidos a preguntar nuestra edad o si podíamos pasarles nuestros números aunque terminaban atónitos con nuestra edad, algunos no se rindieron por lo que tuvimos que ignorarlos y alejarnos, los jóvenes de ahora, somos mucho para ellos.
Llegamos a un lugar más despejado de la gente por lo que nos sentamos y Suguru saco las cosas de la bolsa, varias cervezas de las cuales saco dos y una soda, que me la dió a mi.
-- Wow, recuerdas mis gustos Suguru, me siento halagado -- dije en forma de broma tomando la lata de soda que me extendió.
-- Como no acordarme cuando te quejabas del sabor que tenía el alcohol casi todo el tiempo -- Sonrió abriendo su lata de bebida tomando un sorbo de esta, mire hacia Shoko que tan callada como siempre nos observaba a los dos.
-- Y tu Shoko? Cómo vas con la insoportable de Utahime? -- Pregunté, el apodo a Utahime hizo que Suguru casi se ahogara en su propia bebida y Shoko simplemente rodo los ojos con una sonrisa para luego contestar.
-- Pues bien, ya no se queja de tus babosadas en el trabajo -- Dijo sacando el cigarrillo de su boca -- Tu todavía sigues soltero? Y ya casi a tus treinta, que pena -- Agrego con un toque de veneno, así era nuestra relación, palabras insultantes en forma de broma.
-- Ehhh, me estoy viendo con alguien -- menti, realmente odiaba perder estas peleas verbales pero ella sabía cómo molestarme.
-- en serio todavía sigues estando soltero Satoru?? -- Suguru se unió a nuestra charla, lo mire amenazante como para que no diga nada más, a lo que me contestó con una sonrisa pícara, eramos dos contra uno, y aclaro, yo era la minoría.
Suspiro y tomo mi lata de soda, para abrirla y beber el contenido amargamente, me moleste momentáneamente, luego se me paso a base de charlas y anecdotas, las mejores eran los chismes que Ieiri traia del hospital, ser doctora te trae los mejores chismes de embarazos adolecentes aunque calculo que no es tan divertido vivirlo que contarlo.
Luego de un rato llamaron al celular de Shoko, al parecer una emergencia del hospital, por suerte no había tomado la lata que le dio Suguru y tenia el uniforme en la mochila que traia, el asunto aqui era donde cambiarse. Ella insistió en el auto pero realmente era muy incómodo por lo que la llevamos a unos baños que había en el parque, para nuestra mala suerte solo había para hombres ¿A quien se le ocurrió eso? No importo, entramos los tres y mientras le cuidabamos la puerta a Shoko entre Suguru y yo seguimos charlando.
Al salir parecía otra persona completamente diferente, me preguntó cómo reaccionarian sus colegas a como estaba vestida anteriormente, sonreí y al salir del baño ambos la saludamos, entonces fue para el hospital.
-- Quieres estar aquí un rato o nos vamos -- Dijo Suguru luego de estar un tiempo caminando -- Pues me gustaría estar un rato más aquí -- Dije mirándolo de reojo, el asintió y me llevo a otro lugar donde estabamos completamente solos.
-- Sabes, quiero probar, me das una lata? -- Dije refiriéndome a la cerveza, hace tiempo no probaba una, tal vez me lleguen a gustar, Suguru con algunas dudas tomo una lata y me la extendió.
-- Disfruta -- Dijo con una sonrisa y tomando el de su propia bebida, mis mejillas se tornaron algo rojas y sonreí también, para luego abrir mi lata.
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Pasaron diez minutos y yo estaba acostado sobre el regazo de Suguru, tenía la cara ardiendo, tal vez por el efecto del alcohol, solo espero no decir ninguna tontería. Miraba fijamentea Suguru, como su color de piel se iluminaba con la luz de los faros, como los piercings brillaban o como sus manos acariciaban mi cabello.
-- Por qué no eres como los demás? siempre veo que en las historias describen a los ex como personas desagradables pero tú... Tu eres tan amable conmigo -- Dije en un hilo de voz mientras miraba sus ojos avellana.
-- Tal vez porque quiero que no me veas como un monstruo que traicionó tus sentimientos -- Dijo tranquilamente acariciando mi cabello con suavidad, seguía con el mismo semblante de calma.
-- Se un ex de verdad, trátame mal -- Dije elevando un poco la voz -- ayúdame con eso -- Agregue, sabia que si el no me alejaba me iba a enamorar más, no queria eso, no queria sufrir por un amor no correspondido, pensando en eso unas pequeñas lagrimas escaparon de mis ojos las cuales fueron rapidamente limpiadas por Suguru, que con una sonrisa algo triste acaricio mi mejilla, calmandome un poco.
-- Ayúdame a odiarte -- Dije como última palabra, caí dormido en su regazo.
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Eran las nueve de la mañana cuando me levanté, no recordaba casi nada de anoche, busque mi celular, los unicos mensajes eran de el grupo que habiamos creado Ieiri, Suguru y yo para esta clase de juntadas, el contexto de los mensajes no era nada más que burlas hacia mi porque me habia emborrachado, que? Emborrachado? No recuerdo eso, seguí leyendo, me alivie ya que no dije o hice nada estúpido, me levante de la cama con algo de dolor de espalda más que todo cerca de la cadera, era soportable al menos. Salí a la cocina y había una nota en la mesa:
"Estabas borracho y te lleve a tu casa, si tienes dolor fue porque te caiste de las escaleras de culo, te deje unas pastillas para eso. Anoche hubo unas palabras que se quedaron en mi garganta ¿nos volveremos a ver?
Atte: Geto."
Sonreí ante aquella declaración tan rara, luego le escribiría, tome las pastillas y busque un vaso de agua.
No podría encontrar nunca las palabras para maldecir a ese hombre.
Fin
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HOLAAAAA, este capitulo está lleno de referencias, espero que las hayan encontrado, un gusto haber estado aquí para el final de esta historia.
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