𝗱𝗲𝗹𝗶𝗰𝗮𝘁𝗲 ; federico redondo.ᐟ

9. rainy night

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CAPITULO NUEVE:
noche lluviosa

gisselle's pov

Convencer a Delfina para hablar fue el peor desafío que se atraveso en mi corta y miserable vida, de por si, antes cuando aún íbamos a la secundaria nos resultaba imposible amigarnos después de una discusión pero ahora es muchísimo peor, puedo apostar que durante toda la velada ignoró todos y cada una de mis insistencias adrede.

Al principio costó romper esa tensión invisible que giraba en el ambiente, por más de que Milena y Virginia hayan puesto todo su empeño en mejorar la vibra, se notaba a leguas que la presencia de Delfina las condicionaba.

Luego del quinto o sexto vaso de gancia todo se sintió más ligero, las intentos de chamuyo de la rubia hacia Federico pasaron a segundo plano. Es muy probable que el alcohol que ingeri en un lapso breve de tiempo provocó que mi cuerpo se relaje y pueda demostrar una faceta más alegre, parlanchina e incluso un tanto impulsiva.

La forma en la que Justina se desenvuelve en el escenario es digno de admirar y creo que no fui la única cautivada por ella y su grupo musical, interpretaron en total cinco canciones y luego le cedieron el escenario a otra piba. Miento si dijera que no se me hace conocida porque ese rostro finito, el cabello azabache con pequeños rulos y la camiseta vieja de Boca es un característico muy llamativo de ella.

─¿Y está quien es? ─Virginia indaga robándome la pregunta de la punta de la lengua.

─Es Blair. ─responde Milena grabando a la cantante arriba de la tarima.

¡Claaaro! ahora la recuerdo, la piba se había hecho viral el año pasado cuando vino Taylor Swift al país y ella queria ser la telonera en el concierto, nunca tuve la oportunidad de escucharla cantar.

Los acordes de Cardigan hicieron eco en el bar y me ví obligada a callar mis pensamientos para poder prestarle atención.

─Ah.. Blair. ─repite Virgi asintiendo.

Quise reir cuando veo el gesto de confusión que le dedica a su novio, paseo mi mirada en nuestra mesa localizando a Delfina llevándose una rebanada de pizza a la boca totalmente ajena a la persona que cantaba a unos metros de nosotros, a su lado, Federico luchaba por prestar atención al escenario pues todos los pares de ojos presentes observaban embelesados a Blair pero se notaba que el tema no es de su estilo, en un intercambio de miradas fugaces, sus ojos se conectan con los míos y me siento atrapada.

Atrapada viendolo sin descaro.

Uno de mis primeros impulsos fue dedicarle una sonrisa corta el cuál Federico correspondió.

Llevábamos casi una hora en el bar y todavía no tuvimos la oportunidad de mediar palabra, entre la intensidad que manejaba Delfina con él y Virginia que parecía ser mi mejor amiga de siglos, fue imposible conectar más de dos oraciones con el futbolista.

Rompí nuestro contacto visual cuándo Justina se acerca a nuestra mesa con una carita de feliz cumpleaños, soy de las primeras en levantarme de mi asiento y darle un abrazo cariñoso.

─¡Estuviste hermosa, mi vida, felicidades! ─le hago llegar mis felicitaciones mientras beso una de sus mejillas.

─Gracias Gi. ─dice viéndome con ternura─. Te cante la de Wos que tanto te gusta. ─me guiño un ojo.