Criminal Love♥︎ || 𝖪azutora Hanemiya

04. We are not enemies

"Le llaman Halloween King, está buscando un perro. ¿Encontraste a tu perra en mí? Oh eres socialmente abominable, eres un poquito demasiado parecido a mí."

|| 𝗛𝗘𝗥𝗠𝗜𝗧 𝗧𝗛𝗘 𝗙𝗥𝗢𝗚 > 𝖬𝖠𝖱𝖨𝖭𝖠

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Un año y medio.

Tenía un sueño recurrente, en el que siempre pasaba lo mismo, bueno, más bien siempre soñaba con el mismo día, cuando se quemó el instituto.

Ni siquiera fui yo quién lo empezó, pero si fui quien hizo que escalase lo suficiente para acabar con todo el edificio.

Nunca tuve pensado hacerlo realmente, pero necesitaba una venganza. Y esa era la manera más fácil que tenía.

Esa noche no fue distinta, también me levanté sudando sobre las cinco y cuarto. Esas pesadillas me quitaban el sueño desde hacía ya un año y medio.

Esa vez decidí hacer algo distinto, me levanté del todo y salí de mi habitación. A esta hora no había guardias en las habitaciones, así que no me preocupé por mi escapada.

Salí de los pasillos y salí directamente al patio, tenía la intención de entrar forzando el candado con mi pinza de pelo, no era la primera vez que lo hacía, pero, sin embargo, la puerta ya estaba abierta.

Al salir, una sombra me sorprendió a lo lejos.

-¿Qué haces aquí, reina? -la voz de Yamato era normalmente grave, pero ahora era más bien ronca, tampoco estaría aquí desde hace mucho.

-No podía dormir. -explique sonriendo y acercándome a él.

-Entonces ya somos dos.

Me senté en un banco a su lado, hacía mucho tiempo que no hablaba con él, ni siquiera después de la pelea que tuvo con Kazutora hacía ya tiempo.

-¿Cómo vas con Hanemiya? ¿Va a estar en el plan? -le miré sorprendida, no le había dicho nada del plan a Yamato.

-¿Cómo sabes lo del plan?

-Lena. No sabe mantener la boca cerrada. -me dijo, aunque con una sonrisa tímida. Yo sonreí, estaba molesta con Lena por haberlo dicho, pero sabía que a ella le gustaba el pelinegro. Y, por esa sonrisa, pensé que a Yamato también.

-Ya, tampoco me extraña. Bueno, respondiendo a tu pregunta; sí. Kazutora viene con nosotros.

-Pero si él no quiere. Sabes que pretende acabar su condena. -en este año, Kazutora había entrado en su grupo, siguiendo mi consejo, y ahora ambos pretenden llevarse bien, aunque por fuera, se nota que luchan entre sí por el control del pequeño grupo formado por los chicos.

-Lo sé, pero no se merece esa condena. No una tan grande, no fue su culpa. -el medio rubio me explicó que sí que había apuñalado a su amigo en el costado, pero que eso no ocasionó su muerte.

No me contó cómo murió, solo que se hizo cargo de ello para que no culpasen a nadie más.

Un día acabé colándome en los archivos, leyendo el historial de Kazutora.

Explicaba que Baji, el chico que murió, recibió dos puñaladas, una en el costado, cerca de los riñones, y otra en el centro del abdomen, la que ocasionó su muerte.

Por lo tanto, tuvo que haber otra persona que mató al chico. La persona que asestó la segunda puñalada.

-Bueno, todos nos merecemos las condenas que tenemos. -dijo.