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–Date prisa Hope, llegaremos tarde–

–2 segundos nada más Alex, espérame abajo–salgo de la habitación y Alex ya no está, busco las llaves del auto, me aseguro que nada quede encendido y bajo.

–Menos mal eran 2 segundos Hope– se ríe – llegaremos tarde a tu cita de trabajo–

Enciendo el auto– ¿Starbucks?– sonrió.

–macchiato caramel– se ríe Alex –no quiero que andes llorando si no te dan ese trabajo en la editorial–

–Calma Alex, solo llegaremos 2 minutos tarde–

Subo volumen al radio mientras pasamos por un Starbucks.

Pido el macchiato caramel de Alex y para mí un latte de vainilla.

Miro la hora –¡Mierda! Ya es tarde–

–Te lo dije – lo miro y me río – menos mal es en la otra cuadra, métele nitro mamiii– reímos a carcajadas.

Conduzco lo más rápido posible y llegamos a la editorial.

–Hillmman Editorial C.A aquí llego tu diamante en bruto– Digo en voz alta

–Asi es, bruta de los pies a la cabeza– dice Alex mientras se ríe a carcajadas.

–No hagas que te mate aquí mismo–

–Eso es imposible diamante en bruto, vamos, que Hillmman no creo que espere mucho por tí –

Me apresuró y camino junto a Alex hasta el ascensor, trato de arreglarme un poco mientras me miró en el espejo.

–Estas hermosa como siempre, no es necesario que te arregles tanto, solo tienes que estar segura de ti misma y verás que lo conseguirás –

–Gracias Alex, no se que haría sin tí –

Se habré el ascensor y sube una chica rubia, me mira de mala gana, y se coloca delante de nosotros.

Alex le hace mala cara y se me escapa una risita, ella voltea a verme y me detengo enseguida.

Se habré el ascensor, nos recibe un gran salón y su recepcionista.

Las paredes blancas, piso negro reluciente y el logo de Hillmman Editorial.

–Buenos días,mi nombre es Karla, el señor Hillmman las está esperando en  su despacho, pueden seguirme –

Seguimos a Karla, mis piernas comienzan a temblar y mi respiración se agita.

–Calma, no te vayas a desmayar justo ahora– dice Alex

Tomo mi postura y Karla nos hace esperar en un pequeño salón junto a otras chicas.

–En unos minutos pasará una por una a la entrevista con el Señor Hillmman, suerte para todas–

Miro a Alex que me mira del otro lado del ventanal, me sonríe; le correspondo la sonrisa y trato de calmarme.

Llega una chica con el mismo uniforme que tenía Karla, y le indica a la primera chica que ya es momento de pasar con el señor Hillmman.

Mis manos comienzan a sudar, reviso mi Currículum una y otra vez.

–No está nada mal, ¿verdad?– me preguntó a mi misma.

Tarareo canciones al azar, miro hacia el ventanal y Alex todavía está ahí.

Mi gran amigo de la infancia, mi amigo incondicional, el que no me abandona en ningún instante. Le vuelvo a sonreír.

–Señorita Davis–

Por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora