Capitulo 5: Gracias...

9 0 0
                                    

—El chico observa rápidamente a Ali.—
–Oye, ¿Cómo va la herida?, ¿Sigue sangrando?.
—Ali lo mira—, –Mm.. púes ya no me duele tanto pero, sigue saliendo ya menos sangre de la que salía recién el club.
–Púes ya verás que estarás mejor, ya llegamos. —Apaga el auto—. –Deja te ayudo a bajar del auto para que entremos a que te revisen.
–No te preocupes, yo me bajó sola,—Ali abré la puerta.—
—El chico se baja rápidamente para ayudar a Ali—. –Te dije que yo te ayudaría,–la mira a los ojos–. -¿Por qué eres tan terca?.
–Por que no quiero verme como alguien tan inútil, solo por haberme hecho una cortada,–lo mira a los ojos–.
—Púes que estupidez,—la ayuda a bajar y cierra la puerta del auto—.
–¡Espera!, ¿Qué haces?, mi bolso se quedó adentro, ahí tengo mi cartera.
–Tranquila ahorita me regreso por la bolsa. –Primero quiero que te curen la herida.
-Está bien, pero ¿Me podrías ayudar a caminar?,–se ríe–.
–Si claro, sostente de mi brazo para poder caminar.
—Llegan a la recepción y Ali se sienta en un mini sofá de ahí.—
–Aquí quédate, voy a ir a checar si te pueden atender o si no para llevarte a otro lugar,–le dice el chico a Ali.–
–Está bien,—le dice Ali al chico, pero lo tomá del brazo—.–Pero no me dejes tanto tiempo sola por favor, me da un poco de nervios estar en este tipo de lugares.
–Si tranquila, no me tardó.
—El chico va a recepción y se regresa con Ali—.–Bueno, me dijeron que si te van a atender, pero tardarán unos 10 minutos por que no tienen suficientes vendas para tú tipo de herida.–Me dieron por ahora está gasa con un poco de alcohol para ponerlo en tú rodilla, para que no se infecte tanto.
–Está bien, ¿Crees poder ponérmelo tú?, por favor. Es que yo sola no creo poder.
–Si claro, solo que va a doler solo un poco, ¿Ok?. –Trataré de hacerlo rápido, lo juro.
–Está bien, 1...2...3...
—El chico aplica la gasa sobre la herida—.
—Ali tapa sus ojos con ambas manos, y aguanta el dolor—.
–Ya terminé, tranquila, ya puedes abrir los ojos, —le quita las manos de la cara—.
–Dolió un poco pero gracias, —Ali le sonríe levemente—. –¡¡Oye ven siéntate!!,—Ali lo tomá del brazo y lo jala hacia ella–.
–Está bien, —el chico se sienta al lado de Ali—.
–Oye creo que durante todo el tiempo que estuviste ayudándome, no te dije ni siquiera mi nombre.
    -Así que me presento, ¡¡hola!!, yo soy Amelie pero me puedes decir "Ali",–se ríe.
–Púes mucho gusto Ali, mi nombre es Noah.
‐Púes mucho gusto Noah, es un gusto el conocerte,–Ali le sonríe.
—Noah le sonríe y la mira a los ojos—. –Púes el gusto es mutuo.
—Ali empieza a hacerle preguntas a Noah acerca de su vida—...

Sexo en New York...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora