°Acordes en el Silencio°

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Gustavo Antuña y Santiago Marrero, dos almas melódicas, se encontraron en los pasillos de un antiguo teatro en Montevideo. La música vibraba en el aire, y sus miradas se cruzaron como acordes perfectos en una canción inédita y la música cobró vida. El Cuarteto de Nos se reunió una vez más sobre el escenario, y sus manos se rozaron como las notas de una canción olvidada.

El público aplaudió, pero ellos solo tenían oídos para sus corazones. Gustavo y Santiago se abrazaron, y sus almas se fusionaron en un solo acorde. Desde entonces, nunca volvieron a separarse.

Dicen que en cada concierto del Cuarteto de Nos, cuando las luces se apagan y las melodías llenan el aire, se puede sentir la presencia invisible de dos amantes que encontraron su armonía en medio del caos. Y así, la historia de amor entre Gustavo Antuña y Santiago Marrero se convirtió en una leyenda musical que trascendió el tiempo y las notas
Las noches se llenaron de canciones y secretos compartidos. Gustavo le dedicó una balada a la luna, y Santiago improvisó una melodía que hablaba de amores imposibles. Entre partituras y acordes, sus corazones se entrelazaron como las notas de una sinfonía perfecta.

Pero el destino, como un acorde disonante, les puso a prueba. Las giras, los escenarios y las luces brillantes los separaron. Gustavo viajaba con su guitarra por el mundo, mientras Santiago se sumergía en las teclas de su piano en solitario.

One-shot de El Cuarteto de Nos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora