La Influencia de la Luna Oculta

Capítulo 07. Revelación. Parte 1.

La Neo Mansión Vongola estaba envueltas en una bruma de tensión y asombro. Sus miembros que desconocían la información se encontraban en estado de shock y llenos de perturbada consternación.

— ¿J-Juudaime? ¿Q-Qué... d-dijo? —Interrogó valientemente la mano derecha del líder y capo de la Famiglia mafiosa más grande del mundo.

—Lo que oyes Hayato —respondió claramente el nombrado Décimo—. A partir de ahora los Guardianes estarán en estancamiento especial. Ustedes seis, pasaran todos sus deberes a lugares-tenientes e investigarán todo sobre la Famiglia Sinclair y Atobe, sobre todo de Reina, la hija de Reborn. Kyoya y Reborn están en una misión especial. Eso es todo por ahora, avisaré al Nono —el joven Décimo miró a sus seis Guardianes restantes con ojos entornas—. Que quedé claro, deben utilizar todos los medios posibles, no importa cuales, para cumplir con su misión. ¿Soy suficiente claro?

—S-Si...—respondieron todos sus Guardianes.

—Por otro lado, Ren, tú y los Mayordomos estarán a cargo de los deberes de seguridad de la mansión mientras los Guardianes están fuera. Y que nadie me moleste.

El joven Décimo se retiró a su oficina, donde lo esperaban dos personas especiales que había citado obligatoriamente. Cerró la puerta detrás de sí y camino hasta su escritorio donde tomo asiento como todo un respetable líder observando fijamente a esos dos.

—Kawahira, Tablot —murmuró sus nombres fríamente—... ¿Algo que deba saber?

—Oh, Vongola, ¿Algo?, no sé a qué te refieres —comentó el albino de pequeños anteojos y piel blanca mientras jugueteaba con un cuadro Rubik.

—Joven Vongola, hay muchas que debe saber... pero solo en sus momentos —dijo el hombre mayor con una vieja capa negra.

Respiró profundamente calmando las intenciones de atentar contra ellos, el joven castaño, Tsunayoshi, estaba irritado— Entonces déjenme ser directos —abrió un cajón y saco una pequeña almohada negra con bordados blancos donde descansaba un anilló, especial... único—, quiero saber todo sobre la Luna Vongola y este anillo.

Los dos hombres frente a él observaron dicho anillo e intercambiaron miradas interrogantes y al mismo tiempo, misteriosas. Cosa que molesto aún más al joven castaño. Estaba cansado de los misterios y secretos que tenía Vongola y aquellos que venían del exterior de su Famiglia. Entre ellos, su nuevo enemigo el cual hasta ahora no se había revelado.

—Sé que ustedes saben algo, han vivido por mucho tiempo y tienen una extraña amistad que se ha fortalecido por los años. Así que la pregunta es... ¿Cuánto más creen poder mantener la farsa? —tomo el anillo entre su mano derecha.

Era como alguna vez fueron los anillos de sus amigos... cuando aún no conocía sobre la Mafia y apenas estaban aprendiendo. Gris claro y gris oscuro, con sus tallados de las tres caracolas, y justo en medio una Luna en colores grises más claros. Antes no hubiera creído lo que había escuchado hace tres horas.

Más ahora era real.

Y una de las pruebas estaba en sus manos.

Miró de reojo al par de hombres con frialdad— Elena D'Vongola los invoco a ustedes para que la ayudarán a seguir con la farsa con la esperanza de volverse la Guardiana Primo de la Luna. Quiero saber que hablaron con ella, quiero saberlo todo.

—Es como usted dice joven Vongola —respondió Tablot—, pero, le prometí a la joven Elena nunca revelar el secreto que ni su propia Famiglia sabe que tiene. Lo siento mucho.

Tsuna hizo un movimiento de mano— Eso ya no es importante, hablarán. Todo.

Con esa simples palabras los dos hombres mayores dieron un suspiró de resignación, era imposible que el joven castaño dejara de lado tal acontecimiento... sobre todo que lo olvidara y no los persiguiera.