Conocerse

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Mientras se encaminaba hacia la oficina de Jack, Will murmuraba indignado por la osadía de interrumpir su clase. Sí, su humor estaba por los suelos; su magro salario apenas le permitía cubrir los costos de sus supresores, y odiaba sentirse tan expuesto. Fue entonces cuando decidió asociarse con Jack, confiando en que el dinero que le proporcionaba el FBI aliviaría sus preocupaciones financieras, especialmente en lo que respecta a sus supresores.

Al llegar a la oficina, tocó la puerta y escuchó desde dentro una conversación entre Jack y otro hombre. Al entrar, se sorprendió al ver a un individuo sentado frente a Jack. No tenía idea de que habría compañía. Al girarse, Will sintió un vuelco en el corazón.

El hombre se puso de pie, extendió la mano y se presentó con un tono elegante: "Mucho gusto, mi nombre es Hannibal Lecter". Sin pensarlo dos veces, Will estrechó su mano, y ambos experimentaron una corriente eléctrica que recorría sus cuerpos.

El apretón de manos pareció extenderse en el tiempo, y Will se encontró atrapado en la intensidad de la mirada de Hannibal Lecter. Una conexión palpable se forjó entre ellos, cargada de una energía misteriosa que no pudo ignorar. Jack rompió el breve silencio, presentando a Will y explicando su papel en el equipo.

A medida que la conversación avanzaba, Will y Hannibal compartieron anécdotas sobre sus respectivas experiencias, encontrando extrañas similitudes en sus perspectivas y formas de abordar la vida. La oficina se llenó con la chispa de una química inesperada, y la tensión inicial de Will se desvaneció en una curiosidad creciente.

Hannibal, con su elegancia única, sugirió que podrían trabajar juntos de manera más efectiva si establecían una conexión más profunda. Will, aunque cauteloso, se vio atraído por la propuesta intrigante del enigmático Hannibal Lecter. La tarde avanzó entre conversaciones fascinantes y un intercambio de ideas que iba más allá de lo profesional.

Al finalizar la reunión, Will se retiró de la oficina de Jack con una mezcla de emociones confusas. La presencia magnética de Hannibal había dejado una huella imborrable en su mente, y las posibilidades de colaboración se perfilaban como un camino prometedor, aunque repleto de incertidumbre. Mientras cerraba la puerta tras de sí, Will no podía dejar de preguntarse cómo este encuentro inesperado podría alterar el curso de su vida y su carrera.

Hannigram mi vida sin no es nada WillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora