Issei Hyoudou siempre fue la sombra de su hermana mayor, a palabras de todos su hermana era la heroína que querían. Issei tenía el pensamiento de que el siempre será la sombra de su hermana, ahora estando en el lugar donde los seres son condenados e...
Encima de los cadáveres de grandes dragones malignos, el cazador de dragones reposaba bañado en la sangre de aquellos seres, su armadura dorada se tenía del color rojo de la angre, jamás en toda su vida pensó sufrir un estrés como el que había sufrido en los últimos días sentía como cada parte de su ser se sumergían en una lucha constante en lo que debería de hacer, por suerte Melusine fue llamada por su líder, al parecer tenía una misión importante para ella, eso le dió la oportunidad de escapar de su casa e invadir un nido de dragones malignos, que cabe aclarar todos se encuentran muertos debajo de el
Ornstein: Mierda y decía que Issei a veces cometía locuras
En su mano sontenia la prueba de embarazo de Melusine, pronto el sería padre y pare ser sinceros no creía que pudiera con tanta responsabilidad, nunca tuvo buenos ejemplos sobre paternidad después de todo su madre lo intento ahogar en un río y su padre lo intento quemar el único que llegó a considerar como un padre fue su rey Gwyn, la persona que lo adoptó y lo entreno para lo que enverdad era bueno, matar dragónes y para su mala suerte acaba de embarazar a uno
Ornstein: Gwyn no se que hacer en estos momentos, me gustaría que me aconsejaras una última vez
Saltando de la gran pila de cadáveres y haciendo una grieta en el suelo, Ornstein se empezaría a alejarse del lugar ignorando su masacre, pero este se detuvo a unos cuantos metros, el viento se había detenido, un peligro inminente se hacercaba, un sonido tan agudo como el caer de una aguja alesto a Ornstein para saltar de dónde estaba, el humo se levantó por la caída del sujeto
El polvo se comenzaba a dispersar mostrando la apariencia del atacante, un figura alta, que portaba una armadura desgastada por el tiempo, lo que alguna vez fue una hermosa capa de color azul en estos momentos solo era arapos sucios que ocultaban la belleza de aquel color, un líquido negro se escapaba de las ranuras de la armadura, al igual que de sus grietas, su yelmo se asemejaba a la boca de un lobo y en su mano una gran mandoble de acero tan negro como la falta de luz reposaba clavada en el suelo
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El cazador de dragones estaba incrédulo, los pensamientos más recurrentes que tenía en estos momentos eran si su mente lo estaba engañando, después de todo era imposible que el estubiera enfrente, intento ponerse en una pose de combate listo para perforar aquella vieja armadura pero su cuerpo temblaba
