Ahora tengo una hermana?

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Mientras caminaba sin rumbo, Satoru ya un poco más tranquilo se dio cuenta que en realidad no se había puesto a contemplar sus alrededores.

El cielo poco a poco se iba oscureciendo, y cambiando del color azul bastante claro a lo que parecía una variedad de tonalidades naranja con rojo.

Las calles estaban ahora repletas de personas después de que aquella alerta dejara de sonar y las calles empezaron a llenarse de alguna manera, dado que no podía ver algún refugio que dejara entrever que estaban escondidos.

En realidad, los vio saliendo de lo que parecía alguna especie edificios escondidos en el subterráneo saliendo de lo que parecían elevadores de recursos magnéticos donde en general se guardaban todos los cadáveres que las compañías de limpieza recolectaban de las obstrucciones ocasionadas por alguna de las tantas células terroristas o alguna compañía que ya no tenía donde dejar los restos sobrantes que se producían en las fábricas.

Solo en el supuesto de que los terremotos espaciales no funcionan igual a los movimientos tectónicos normales, esta podría ser una buena forma de evitar el congestionamiento o algún alto parón a los sistemas de producción.

Aunque una cosa era segura.

- Este no puede ser mi mundo.

Debió ser un poco obvio al principio, pero su gran parecido a los datos e imágenes que podía crear el DDVR lo hacía un poco complicado.

Por ejemplo, había juegos como Yggdrasill que tenía una ambientación de magia y cultura perdidos en el tiempo, también había una variedad que remontaba a los juegos en perspectiva, otros eran más ambiciosos y se ambientaban en las guerras arco-logias u otros donde no había ningún tipo de interacción más haya de ser una especie de representación de paisajes que se clasificaban como "naturales".

Muchos de sus compañeros además de Yggdrasill habían recomendado este tipo de juegos, pero nunca se dio el tiempo de probar otro.

Los simuladores que centraban su contenido en los ambientes antiguos fueron bastante más populares que los juegos en sí. Por eso se le hacía complicado admitir que estaba en la realidad.

Una realidad sin contaminación, sin los constantes ataques aquí y allá, los notables y extremadamente cortos tiempos de entrega, la falta de rascacielos de kilómetros, las arco-logias flotantes sobre el smog, sin el constante ruido de los aceleradores de partículas funcionando 48/7 para generar la energía de la ciudad.

Realmente se sentía extraño que ahora nada de eso estuviera...

Incluso se podría decir que la falta de ellos estaba empezando a volverlo un poco loco, todo era tan perfecto, tan pulcro, tan limpio, tan inimaginable, provocando una ansiedad de que en cualquier momento podría acabarse todo esto.

Que simplemente fuera un malfuncionamiento y que su conciencia estuviera atrapada en alguno de los millones de centros de simulación, no quería despertar y si de alguna manera estuviera muerto, que el maldito centro de clonación no usara su cuerpo para los experimentos.

Aunque si estaba muerto y ahora estuviera en lo que parecía una especie de paraíso, realmente no podría hacer nada.

Algo logro calmarlo antes de que sus emociones fueran muy oscuras para poder regresar, e incluso parecía que el pequeño remanente triste lo mantuvo un poco melancólico sobre su futuro.

¿Pero que se esperaba de él?, ¿Que propósito tenía en este mundo?, ¿Podrá sobrevivir en un ambiente desconocido?, Podría regresar?...

No...

Esa última pregunta...

Estaba mal hecha...

¿Querría regresar?...

Date A OverlordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora