Dazai in Wonderland [+18]

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"¿Qué carajo estás usando ?"

Exclamó Chuuya, con los ojos muy abiertos mientras entraba al dormitorio. Su aliento se quedó atrapado en su garganta y casi se atragantó con su propia lengua al ver a Dazai parado frente al espejo de cuerpo entero en la esquina de la habitación.

Dazai se giró para ajustar el arco contra la parte baja de su espalda, revisando su trabajo por encima del hombro. Mientras desataba y ataba el cinturón del delantal blanco, miró a Chuuya a través de su reflejo.

“Un vestido” 

Respondió Dazai, sus molestas y largas pestañas revoloteando dulcemente. La expresión era adorablemente inocente y encantadora, pero la sonrisa astuta combinada con el brillo travieso en sus ojos tenía a Chuuya en alerta máxima y su estómago cayendo al suelo.

Asintiendo escépticamente y levantando las cejas, Chuuya repitió: "Sí, un vestido"

Los ojos marrones se pusieron en blanco. "Chuuya debe estar quedando ciego".

La burla fue ignorada, ya que Chuuya estaba demasiado ocupado mirando al bastardo vendado alisándose la falda azul debajo del nudo del delantal. Si cada toque de las inteligentes manos de Dazai acariciando lascivamente su apretado trasero tenía como objetivo atraer a Chuuya más al dormitorio, estaba funcionando.

Dando un paso adelante, cada uno de sus movimientos fue rápido y silencioso mientras Chuuya pasaba por alto el sillón adyacente a la estantería y la cama, siguiendo el rastro de ropa de mal gusto dejado por Dazai en montones desordenados. Justo cuando estaba extendiendo la mano para cepillar la parte delantera del traje, su mano fue rechazada.

Frunciendo el ceño, Chuuya miró a Dazai. “Oye…”

"Ah, ah",  chasqueó Dazai, sacudiendo la cabeza con un movimiento de su dedo. “¡Tenemos una fiesta de Halloween a la que asistir!”

"¿De qué diablos estás hablando?" Preguntó Chuuya, haciendo una mueca. "¿Cuándo acepté ir a una fiesta de Halloween?"

"Bueno, cuando tú..."

    La refutación de Dazai se convirtió en un ronroneo mientras se inclinaba, respirando palabras de melosas promesas en el oído de Chuuya.

"Oh"   dijo estúpidamente, sus mejillas se inundaron de color mientras su boca se secaba. Tragando el nudo en su garganta, Chuuya se lamió los labios resecos.

Dazai se alejó poniendo otra vez los ojos en blanco, con un toque de diversión perversa en su voz mientras se burlaba: "Sí, oh ..."  Golpeó a Chuuya en la nariz con un boop silencioso , enfatizando la 'p' con un chasquido de sus labios.

Sorprendentemente, Chuuya logró reprimir el impulso de arrancar de un mordisco el dedo ofensivo. En cambio, con una sonrisa luminosa, se conformó con envolver su mano alrededor de la muñeca de Dazai, apretándola lo suficiente para asegurarse de que el otro hombre entendiera la indirecta. Pero dado que Dazai era Dazai, el imbécil más grande que jamás haya existido, Chuuya lo dudaba.

"Bien, nos iremos".  Chuuya soltó la muñeca de Dazai y luego dio un paso atrás. Su mirada recorrió arriba y abajo el cuerpo de Dazai, absorbiendo el gran lazo negro que sujetaba su cabello, el vestido azul con un delantal y volantes blancos en la parte inferior. Además de los zapatos negros, sólo faltaba un artículo.