si tan solo...

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"¿No estas emocionado?" – habló el azabache hacia su mejor amigo.

"De que estaría emocionado? No es como si fuera a haber algo interesante este último semestre"- el príncipe contestaba sin mucho interés, estaba desvelado y cansado.

"Ay por favor tae, sabes que irá seojoon este año en el mismo salón que tu, no lo has visto desde que tu mamá los obligó a terminar" – miraba de manera sugestiva al príncipe – "aparte, se viene el baile de debutantes, todo mundo está emocionado por presentarse en sociedad, tal vez seo y tu podrían presentarse juntos."

"Yo no necesito presentarme, aún si lo hiciera no podría ir con seo, recuerdas esto" – el príncipe señalaba el anillo de diamantes brillando en su cuello – "mamá no permitiría que me presentará con alguien que no fuera mi prometido" – suspiro con desdén, parecía decepcionado con su propia respuesta.

"Vamos tete, todavía no está oficializado, eso lo decidirás tu cuando cumplas 18, por lo mientras solo es un arreglo que puede romperse." – tomó la mano del príncipe dando suaves caricias – "aparte al no ser oficial puedes tener a cualquiera" – levantó sus cejas repetidas veces con pequeñas sonrisas.

"No seas pervertido chim" – volteo los ojos con risas – "cumplo 18 en 3 días no es como que tenga mucho tiempo, prefiero no profundizar mis sentimientos por ese alfa si ya se como termina, solo quiero disfrutar mi último año bien e ir a fiestas para terminar desmayado en algún lugar del palacio de joseon, lo que pase con seo será algo colateral" – miro a los ojos al azabache y le sonrió, no quería pensar mucho en lo que pasaría después de estos 3 días y tampoco quería pensar en esos difíciles sentimientos acerca de su vida amorosa; al final el solo le pertenecía a su reino y cualquier cosa que beneficiará a su reino sería prioridad antes que el, aún si eso significaba un compromiso arreglado.

"Príncipe hemos llegado" – el chófer había avisado mientras abría la puerta de aquella camioneta. Asintiendo bajó del vehículo y se adentro a ese prestigioso edificio.

Caminando por los pasillos notaba las miradas curiosas y las reverencias de respeto, no le molestaba la atención de hecho le gustaba volver el colegio su pequeño reino, muchos lo veían con asombro y lo respetaban pero algunos otros parecían querer atentar contra su integridad. Agradece tener a dos alfas imponentes como sus guardaespaldas.

"PRÍNCIPE, que milagro verlo por aquí" – una omega de baja estatura le había llamado en medio de todo el pasillo, la conocía claro que lo hacía y sabía que no venía nada bueno

"Ye-bin no tengo tiempo para esto, voy tarde a mi clase" – intentó apartarla más no tuvo éxito

"Oh! Claro es un hombre ocupado, aunque tal vez no lo suficiente como para ir a un club nocturno y pasar la noche con varios alfas" – la omega sonreía con burla y saña. – "ay, pero no se preocupe príncipe" -dio leves palmadas en su hombro, mostrando condolencia – "el príncipe de Inglaterra se encargará de ponerlo en regla; he escuchado que el no acepta el concubinato, si sabes a lo que me refiero" – la omega desvío la mirada a la persona detrás de su cabeza, volteando logró verlo, ese alfa imponente y guapo el hijo digno de un duque.

"No metas a seo en esto ye-bin, deja de meterte en mi vida, no sé con qué derecho me hablas así, no somos iguales ye-bin, yo nací con el derecho a una corona y tu en cambio, por mucho que utilices seda, el olor a plebeya no se quita." – con un movimiento de manos retiró a la omega (ahora molesta) de su camino – "retírenla de aquí y no me dejen verla, me están dando nauseas" - los guardias que lo custodiaban retiraron a la omega, llevándola hasta la facultad que pertenecía, realmente se veía humillante.

Se acercó al alfa detrás de él, con una pequeña sonrisa apenada – "yo lamento que te metiera en eso, podría castigarla pero la reina me tiene un poco limitado de poder" – se río para aligerar el ambiente.

"No te preocupes príncipe, no hago caso a palabras necias, aparte mi vista solo estaba en una de las lunas más preciosas que vi" – el alfa lo estaba abrazando, acariciando su suave cabello.

"Seo no creo que sea correcto que me abraces, la gente de mi madre tiene órdenes de avisar si me ven contigo, aparte ni siquiera soy una luna todavía, no seas ridículo."

"Para mi eres una luna al menos" – lo soltó suavemente aun sin alejar sus manos del cabello castaño – "no te preocupes por lo de la reina, ella fue la que me dio permiso de venir este último año, aunque me costó mucho tiempo de rodillas pidiendo clemencia" – el alfa soltó una risa fuerte.

"No es gracioso, mi madre no debería tratar al hijo de un duque de esa manera" – un leve puchero se asomaba por los labios del príncipe – "cuando seas mi concubino no dejaré que te maltraten" – mostraba un tono de burla al decir eso aunque también era sugerente.

"¡PRÍNCIPE!" – grito exagerando el alfa – "no me hagas propuestas indecorosas o la corona de Inglaterra me cortara la cabeza" – haciendo muecas de muerte y exagerando expresiones logro hacer reír en carcajadas al pequeño omega castaño.

"Basta, ahora hablando en serio, siendo que eres mi compañero de colegio tal vez a mi madre no le moleste que seas mi pareja en el baile de debutantes" – movió las cejas de arriba y abajo – "piénsalo, de todos modos necesito una pareja y mi futuro prometido no está, que descuidado de verdad" – se notaba la intención y el sarcasmo, el príncipe era todo un caso de mucho cuidado.

"Luna, déjame pensarlo de verdad no quisiera perder la cabeza."

"Es solo una propuesta, me avisas tu respuesta en 3 días, después de mi fiesta de confirmación?" – unos lindos ojos suplicante parpadearon intentando conseguir algo.

"Lo haré mi príncipe, le daré una respuesta ese día, espero que usted no se arrepienta si es que acepto."

Alejándose el precioso omega grito – "como podría arrepentirme, tan solo si un alfa inglés lo impidiera" – le guiño el ojo y siguió su camino hacia su aula.

Ese príncipe parecía tener voz de profeta y el aún no lo sabía....


Príncipe Luna || KOOKTAE AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora